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Sánchez enciende las alarmas en el PSOE
Zapatero, González, Susana Díaz y los barones, alarmados porque la obsesión con Podemos desdibuja el partido

Nunca lo admitirán en público, pero una buena parte de los dirigentes que hace cinco meses avalaron ante las bases la candidatura de Pedro Sánchez a la Secretaría General, porque no se fiaban del izquierdismo de Eduardo Madina y le achacaban falta de temple, asisten hoy con preocupación a los vaivenes del PSOE. El diagnóstico lo hizo sin querer el martes, ante el Grupo Socialista, el ex secretario de Juventudes, Herick Campos, a propósito de la polémica interna sobre la reforma constitucional: «Malo es salir en la foto con el PP, pero peor es salir movido»...
Y es que en el PSOE ha calado la idea de que el líder y su equipo andan cada vez más obsesionados con el éxito mediático y demoscópico de Podemos, y esa ansiedad les está llevando a disputar la primacía en un terreno más a la izquierda, el que conviene a los de Pablo Iglesias. Hasta ahora, los problemas surgían tras declaraciones extemporáneas, nada irreparable: «funerales de Estado» para víctimas de violencia de género o «desaparición» del Ministerio de Defensa. Pero, esta semana, Pedro Sánchez ha cometido un fallo imperdonable a ojos de sus críticos: enfocar la reforma de la Carta Magna en corregir el «error» de José Luis Rodríguez Zapatero al anteponer el pago de la deuda en el artículo 135. Sin querer, dicen, ha asumido la culpa que tratan de endosarle IU y Podemos y ha terminado por poner en segundo plano lo importante: «blindar» Sanidad y Educación. «No es creíble que la socialdemocracia de un país que debe un billón de euros vaya a dar marcha atrás en la “regla de oro”, que además tienen otros países. El Gobierno y el PP, arropados por la UE, la troika y los poderes económicos, nunca lo aceptarían», advierte un veterano.
«La copia y el original»
Zapatero, que dejó tirado a Madina por Sánchez en las primarias, está muy enfadado, aunque no cargará contra su sucesor. Ya lo han hecho por él su ministro Miguel Sebastián, actual asesor de Sánchez, y quien fuera director de su Oficina Económica en La Moncloa, Xavier Vallés. Ambos han escrito un duro artículo «en defensa del artículo 135» y contra los «eslóganes políticos que no aguantan un mínimo análisis de rigor (sic)»... El expresidente no está solo. Según ha podido saber ABC, Felipe González ha expresado su preocupación por la pérdida de «vocación mayoritaria». Lo mismo que la presidenta andaluza, Susana Díaz, y otros barones. Estos últimos también callan porque la militancia está con Sánchez en este tema, pero opinan que «bandazos» así terminan afectando a la fiabilidad, y recuerdan: «Entre la copia y el original, la gente elige el original».
El auténtico error, insisten, es no hacer pedagogía de que España estaba a punto de ser rescatada en agosto de 2011, que las primas de riesgo de Italia y España competían al alza, y que una carta del entonces gobernador del BCE, Jean Claude-Trichet, urgió a tomar medidas so pena de ser intervenidos. De hecho, Alfredo Pérez Rubalcaba reconoce hoy en «XL Semanal»: «Si no apoyo la reforma constitucional, Zapatero habría dimitido».
Por ello una rectificación tan importante en la historia del PSOE, insisten las fuentes consultadas, no debió ser anunciada de forma «clandestina» por Sánchez el lunes por la noche en la Fundación Julián Besteiro de UGT, y menos aún a propósito de la toma en consideración de una propuesta de IU, al día siguiente en el Congreso. El partido pudo abstenerse y haber esperado a presentar la reforma en enero.
«Nos hemos hartado de decir que el cambio en España pasa por nosotros, o no habrá. ¿Por qué, entonces, nos sumamos a una iniciativa de IU y no esperamos a enero?», se preguntan irritados en el entorno de Susana Díaz. Se le reprocha al líder que no compartiera una decisión tan importante en la reunión que celebró el Consejo Político Federal el 16 de noviembre en Zaragoza. Uno de los barones asistentes, con asiento en la Ejecutiva Federal, matiza que tampoco le gusta el seguidismo a IU: «La autocrítica es importante, pero cómo hacerla y en qué contexto es clave», dice a ABC.
Prada «enmienda» al líder
Cierto que en la reunión del Grupo Socialista Odón Elorza y Manuel de la Rocha saludan el giro de Sánchez, pero enfrente tienen a muchos que lo cuestionan. El exvicepresidente Manuel Chaves, el exministro Valeriano Gómez, Diego López Garrido o José Enrique Serrano, que pertenecieron a los gobiernos de Zapatero, dijeron que no pedirán perdón. Ellos, junto con Rafael Simancas, Pedro Saura, Marisol Pérez Domínguez o Herick Campos, alertaron de que lo que hay que hacer es blindar la Sanidad y la Educación. Y, de paso, cargaron contra el secretario general por argumentar que el 135 fue la «coartada» al PP para sus recortes. Así que la mano derecha de Díaz, Alfredo Pradas, portavoz en el debate de toma en consideración de la iniciativa de IU, tuvo que enmendar a Sánchez en la tribuna del Congreso: «Pensar que por aquella modificación el Gobierno desarrolló sus recortes es una torpeza política», dijo.
Pedro Sánchez y su equipo eran conscientes de que rectificar el artículo 135 de la Constitución iba a generar resistencias internas. Creen que tienen que luchar en un escenario más adverso que sus antecesores porque Podemos, una vez fagocitada IU, va a por el espacio socialista con el «disfraz» del reformismo socialdemócrata, dijo ayer el secretario de Organización, César Luena. Aun así, Ferraz no comparte la opinión de que esta semana haya traspasado ninguna línea roja.