El «pequeño Nicolás», perfil del perfecto timador

«El "pequeño Nicolás" tiene el perfil del perfecto timador, siempre responde con medias verdades, cuando se ve en un apuro se acoge al socorrido "de eso no puedo hablar, es materia reservada"», afirma un veterano investigador con muchos años de experiencia tanto en los servicios de inteligencia como en la Policía. «Habla de la parte que él conoce, que es muy pequeña pero que le permite construir su personaje», añade. «Si se analizan las entrevistas se ve que no dijo nada realmente importante, se va por las ramas en cuanto se siente presionado».

«Ahora bien –continúa–; es indudable que ha estado en determinados lugares, que conoce a personas y que ha embaucado a no pocos. Se ha entrevistado con el exsecretario de las Infantas, Carlos García Revenga. ¿Quiere decir eso que por sus manos han pasado secretos de la Casa Real? En absoluto, solo que ha hablado con él. Y por su forma de actuar en televisión, con ese aplomo, da toda la impresión que a lo largo de su vida se ha comportado siempre así».

Daniel Rodríguez, director adjunto del Instituto de Comunicación Empresarial llega a conclusiones parecidas tras estudiar su lenguaje corporal: «Casi todo el tiempo muestra aplomo, fluidez, seguridad, está cómodo ante el reto. Ahora bien, eso se puede deber a que ha generado una realidad paralela con algunos elementos reales, o que miente con la misma seguridad que ha demostrado otras veces . Eso sí; está claro que no ha recibido asesoramiento de expertos en telegenia, porque se habría mostrado más proactivo. Le sale así porqueesa es su forma de actuar».

«Desde un punto de vista comunicativo –añade– el timador se sustenta en que es capaz de ofrecer al receptor elementos reales (la sirena, las placas...) y también le deja ver el posible beneficio que puede obtener». Y finaliza: «Aunque no es lo que analizamos ahora, lo que sí deja claro su foto con Felipe VI es que ambos no se conocían».