Caso Nóos
La aplicación de la doctrina Botín debería permitir a Doña Cristina no ser juzgada
El Tribunal Supremo decidió que no se puede llevar a nadie a juicio sin que acuse la Fiscalía o la acusación particular
La salomónica decisión de la Sección Segunda de la Audiencia de Palma, que mantiene la imputación de la Infanta Cristina por delito fiscal pero no así por blanqueo , obliga a que se le aplique la doctrina Botín, por lo que paradójicamente no se sentaría en el banquillo de los acusados.
Será el juez instructor del «caso Nóos», José Castro, quien decida a este respecto. La Audiencia Provincial de Baleares ha dejado en manos de Castro aplicar o no, «con libertad de criterio», la doctrina Botín sobre la Infanta Cristina, por lo que será en el auto de apertura de juicio oral donde el magistrado resuelva enviar o no a la Duquesa de Palma al banquillo de los acusados.
La doctrina del Supremo señala que no se puede llevar a nadie a juicio sin que acuse el ministerio fiscal ni la acusación particular en los casos en que haya un perjudicado concreto, en este caso la Hacienda Pública cuyos intereses defiende la Abogacía del Estado. Por tanto, Doña Cristina no tendría que ir a juicio por los dos delitos fiscales por los que continúa imputada.
La doctrina Botín fue matizada posteriormente por la llamada doctrina Atutxa, que señala que solo con la acusación popular se puede llevar a juicio a una persona, pero solo en aquellos delitos en los que se trata de proteger «intereses difusos» -es decir, que no hay un perjudicado concreto-, como sucede el caso del blanqueo.
La aplicación de ambas doctrinas siempre ha sido motivo de gran polémica, ya que en el primer caso se interpretó como un reinterpretación de la ley para evitar que el banquero se sentara en el banquillo, y en el segundo una vuelta de tuerca más para que se juzgara a toda costa al que fuera presidente del Parlamento vasco.
En el caso de la Infanta, la Audiencia señala que existe «un matiz o aspecto a considerar» en comparación con otras ocasiones en las que sí se ha aplicado la doctrina, y es que no solo sobre la Duquesa pesan delitos fiscales sino también sobre otros imputados, como su marido, Iñaki Urdangarín .
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