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A la vejez... barrotes

La Audiencia de Barcelona ha ordenado que el expresidente del FC Barcelona José Luis Núñez entre en prisión a los 83 años. ¿Es posible?

A la vejez... barrotes inés baucells

miriam ruiz castro/ nati villanueva

El empresario y expresidente del F.C. Barcelona José Luis Núñez tendrá que ingresar en prisión de forma inminente para cumplir los dos años y dos meses de cárcel que el Tribunal Supremo le impuso por el llamado caso Hacienda. La Audiencia de Barcelona ha rechazado la petición que Núñez realizó para que se suspendiera su entrada en la cárcel mientras el Gobierno tramitaba su indulto. Los magistrados creen que no existen motivos de «equidad o justicia» que puedan llevar a esta medida de gracia y, es más, se muestran convencidos de que el Estado no va a dar más indultos por casos de corrupción, como el suyo.

Hasta aquí sería un caso de los muchos que acaparan titulares de prensa todos los días. La diferencia respecto a los demás la marca, sin duda, la edad del condenado: 83 años recién cumplidos. Y también el hecho de que el tribunal que le condenó (inicialmente a seis años) tilde su caso como «uno, si no el de mayor relevancia de corrupción conocido en la historia judicial de Cataluña». (La sentencia consideró probado que su hijo y él sobornaron a inspectores de Hacienda para que hicieran la vista gorda en sus revisiones y eludir así el pago de impuestos de los beneficios obtenidos por el grupo constructor que administran, el grupo Núñez y Navarro).

Tan reprochable es su conducta para la Audiencia de Barcelona que ni ha barajado la posibilidad de que Núñez eluda la cárcel pese a tratarse de un octogenario. ¿A esa edad se puede entrar en prisión? ¿Hay algún límite para librarse de la última etapa de la vida entre rejas?

La respuesta es no. Y prueba de ello son los más de 2.000 internos con más de 60 años en prisiones españolas, casi el 3 por ciento del total. El expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán es uno de los 300 que está en la década de los 70. Y Núñez será uno del medio centenar que supera los 80.

La creencia de que los mayores no pisan la cárcel se encuentra en la libertad condicional anticipada que prevé el artículo 92 del Código Penal y la ley penitenciaria. El juez puede concederla a «los sentenciados que hubieran cumplido la edad de 70 años, o la cumplan durante la condena» aunque no hayan extinguido las tres cuartas partes (o dos terceras) de la pena, si cumplen el resto de los requisitos. Para ello, los internos tienen que haber sido clasificados antes en tercer grado penitenciario —régimen abierto—.

Por lo tanto, Núñez tendrá que entrar en la cárcel aunque luego pueda pasar al tercer grado y a la libertad condicional con más rapidez que cualquier otro preso más joven. Es lo habitual en los delitos menos graves. La última palabra, tras los informes pertinentes, la tendrá el juez. Pero de momento, y salvo que alegue razones médicas importantes, nadie librará al expresidente del FC Barcelona de este mal trago.

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