Un año de la liquidación de la doctrina Parot

Diez de los casos que levantaron mayor indignación

Alrededor de un centenar de terroristas, violadores y asesinos en serie salieron de prisión por el atajo que les tendió Estrasburgo. Ninguno se ha arrepentido, al menos públicamente

Diez de los casos que levantaron mayor indignación afp

j. p.

Hace un año, el Tribunal de Estrasburgo abrió de par en par las cárceles de España para que en pocos días salieran por ellas un centenar de delincuentes de la peor calaña. Desde terroristas con el gatillo fácil para acribillar por la espalda y a bocajarro a ciudadanos, siempre inocentes, hasta asesinos de niñas. Eso sí, la Corte Europea colocó en ese caso al mismo nivel a los «gudaris» de ETA y a los violadores. Estos son algunos de los delincuentes beneficiados por Estrasburgo, y cuya excarcelación provocó mayor indignación. Difícil selección, porque fuera se queda un elevado número de miserables, con méritos suficientes para figurar en esta nómina de criminales y pervertidos.

José Antonio López Ruiz, «Kubati»

Se le le recuerda como el pistolero que asesinó a la disidente «Yoyes» cuando paseaba con su hijo de 3 años. «Soy Kubati y vengo a matarte» le dijo el cobarde. Pero entre sus numerosos crímenes figura también el atentado en el que acabó con la vida del gobernador militar de Guipúzcoa, general Garrido, su esposa, uno de sus hijos y una ciudadana portuguesa que pasaba por ahí. A este sujeto le motivaba lanzar granadas contra casas cuartel de la Guardia Civil, en busca de víctimas entre las mujeres e hijos de los agentes: «Ataúdes blancos», era su consigna. A punto estuvo de conseguirlo más de una vez. Creía que de esta manera desmoralizaría a los agentes y así abandonarían el País Vasco y Navarra.

Jesús María Zabarte, «Karnicero de Mondragón»

Participó con el «comando Donosti» en una veintena de asesinatos. Algunos con una crueldad añadida. Por ejemplo, cuando los pistoleros asesinaron cerca de Rentería a tres policías nacionales y después interceptaron una ambulancia que trasladaba malherido a otro agente, para rematarlo. En otra ocasión, Zabarte disparó a un agente que, agonizando, intentó refugiarse bajo unos matorrales. El etarra le agarró de su cabello, lo sacó y sin piedad le dió el tiro de gracia. Dos ejemplos de su cobardía que después quedaría confirmada cuando la Guardia Civil rodeó en un piso al «comando». Zabarte ordenó a sus dos pistoleros que hicieran frente, lo que les costó la vida, mientras él se refugió en un armario empotrado. Descubierto, se entregó entre sollozos.

Domingo Troitiño

Es uno de los autores de la matanza de Hipercor, en la que murieron 22 personas, entre ellas cuatro niños. El otro, Caride Simón, dice haberse arrepentido y sigue en prisión acogido a la denominada «vía Nanclares». Pero Troitiño, pese a estar condenado a 1.118 años de cárcel, ya está entre los suyos, el clan de los Troitiños, que ha dado a la causa tres pistoleros y más de un simpatizante. Además de Hipercor, Domingo Troitiño participó en el asesinato de otras tres personas.

Inés del Río Prado

Fue la autora de la demanda ante el Tribunal de Estrasburgo que desembocó en la liquidación de la doctrina Parot. La muy perversa acudió a un Tribunal de derechos Humanos, cuando estaba condenada a 3.828 años de cárcel por 19 asesinatos consumados y otros 107 frustrados. Participó como integrante del «comando Madrid» en el atentado que acabó con la vida de doce jóvenes guardias civiles que se desplazaban en un autobús, y en otro que mató a otros cinco agentes en la calle Juan Bravo. Y en otros más provocando un prolongado reguero de sangre

Juan Carlos Arruti Azpitarte, «Paterra»

Integrante del «comando Araba», participó en 24 asesinatos, entre otros actos terroristas, por los que fue condenado a penas que sumaban 1.285 años de cárcel. Pudieron ser más víctimas porque en varias ocasiones intentó matanzas indiscrinminadas con atentados contra casas cuartel de la Guardia Civil, afortunadamente sin éxito.

Félix Zabarte Jainaga

Fue condenado a 262 años de cárcel, por siete asesinatos. En esta perversa y siniestra carrera que durante medio siglo han mantenido los pistoleros de ETA, los hay que han matado a más ciudadanos. Pero en el haber de este mezquino figura un atentado con un plus añadido de crueldad y cobardía. Él y su «comando Vizcaya» intentaron secuestrar a un policía nacional en el garaje de su casa. Y como se opuso, le acribillaron a balazos, al igual que a su esposa, en avanzado estado de gestación, y a otro agente que se acercó a ayudar a la pareja.

Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, «Txikierdi»

Cumplía condena de 374 años de cárcel por diez asesinatos. Pero merece que se le atribuyan muchos más, ya que estuvo en la dirección de ETA hasta mediados de los ochenta, en el ecuador de los «años de plomo». Ejecutó asesinatos, pero ordenó muchos más. Entre ellos, a los pistoleros del «comando Argala» que lideraba Henri Parot. Ya en la cárcel, «Txikierdi» fue el «comisario político» que ETA puso entre los presos para que no abandonaran la disciplina.

Juan Manuel Valentín Tejero

Fue condenado a penas que sumaban 64 años de cárcel por sus numerosos crímenes. Aprovechando un permiso carcelario, secuestró, violó y asesinó a la niña de 9 años Olga Sangrador. Antes de semejante brutalidad, violó a otra menor, lo intentó con una niña de 12 años, lo logró con una joven de 17 y lo volvió a internar con una mujer. El Tribunal de Estrasburgo, al liberarla, provocó una auténtica alarma social.

Pedro Luis Gallego, «Violador del Ascensor»

Asesinó a dos jóvenes, Leticia Lebrato y Marta Obregón, tras un plan perfectamente diseñado. Con alevosía, frialdad y premeditación...y mucha cobardía. Antes había violado a 18 jóvenes. Fue condenado a penas que sumaban 273 años de cárcel. Su puesta en libertad también provocó alarma, además de indignación.

Miguel Ricart Tárrega

Fue condenado a 186 años de cárcel por participar en el secuestro, violación, tortura y asesinato de las niñas Míriam, Toñi y Desirée, en el municipio de Alcácer (Valencia). Antonio Anglés, otro de los autores del brutal crimen, aún se encuentra en paradero desconocido. El suceso convulsionó a la opinión pública de España porque las nilñas permanecieron desaparecidas durante días.

Diez de los casos que levantaron mayor indignación

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