la autoridad en ferraz
Primer aviso del PSOE a Pedro Sánchez
Tres meses después de auparle al liderazgo, Susana Díaz carga contra sus ocurrencias y la política territorial del partido, y avisa: seguirá hablando
Cumplidos los cien días de gracia que se dan a todo el que llega a un cargo, máxime si es de tu partido, Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, cree llegada la hora de criticar abiertamente lo que no le gusta de Pedro Sánchez : su sobreexposición mediática -intervención en el programa «Sálvame» incluida -, que le ha obligado a rectificar mucho de lo dicho en estos tres meses; lanzar propuestas no debatidas internamente, como los « funerales de Estado » para víctimas de la violencia de género, que luego hay que retirar por irrealizables... Y, por encima de todo, a Díaz no le gusta que Pedro Sánchez siga sin poner freno a la deriva territorial de un PSOE arrastrado por el discurso «nacionalista» del PSC.
Desde el principio, tras retirarse de la carrera por la Secretaría General del PSOE, su decisión de aupar a Sánchez llevaba una condición no escrita: la política territorial pasaba a control del socialismo andaluz para equilibrar, precisamente, los «excesos» del PSC tolerados por Alfredo Pérez Rubalcaba y antes por José Luis Rodríguez Zapatero. Ejemplo: haber reconocido que Cataluña es una «nación» aunque solo sea en el preámbulo del Estatuto de Cataluña.
No es baladí, en este sentido, que la Secretaría de Política Federal de la Ejecutiva, así como la portavocía en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, hayan recaído en la «mano derecha» de Díaz, el diputado Antonio Prada. Como no lo es, tampoco, la batalla que dio ella en el congreso socialista de julio para hacerse con la Presidencia del Consejo Político Federal. Un episodio que obligó a Sánchez a descabalgar de la misma -después de habérsela prometido- al otro gran barón socialista, el presidente asturiano, Javier Fernández, con gran enfado de éste.
Malestar con Meritxell Batet
La presidenta andaluza creía tener el asunto territorial bajo control. Por eso, según ha podido saber ABC, no le gustó nada lo que oyó de la Secretaria de Estudios y Programas de la Ejecutiva, la diputada del PSC Meritxell Batet, en la rueda de prensa del pasado 22 de septiembre. Preguntada por si el PSOE estaría dispuesto a reconocer a Cataluña como «nación» en una reforma constitucional, Batet dio por hecho que sí porque ya lo votó en el Congreso y en el Senado cuando se incluyó en el preámbulo del Estatuto de Cataluña.
«Esa será la opinión de Meritxell Batet», dicen a este periódico fuentes del entorno de la presidenta andaluza, quien ya ha advertido que no transigirá con un «federalismo asimétrico» que «suena a desigualdad». A partir de ahora se sentirá libre para criticar «lo que no me guste», lo cual no implica que le esté moviendo la silla al secretario general. No obstante, la política socialista con mayor mando en plaza se resiste a decir si apoyará al secretario general en las primarias para la Presidencia del Gobierno, el 26 de julio de 2015. «Ya veremos cuando llegue el momento», reiteró ayer, dando así pábulo a quienes ven factible su salto a la política nacional si Pedro Sánchez termina fracasando.
Desayuno el 29 en Madrid
Casualidad o no, estas palabras de la líder andaluza -a las que seguirán otras, porque el miércoles 29 de octubre protagonizará un esperado desayuno informativo en Madrid- llegan cuatro días después del aldabonazo que dio Felipe González, el jueves pasado, en casa de América durante el acto de conmemoración del 40 aniversario del congreso de Suresnes; acto en el que no estuvieron ni Susana Díaz ni Alfredo Pérez Rubalcaba.
El expresidente del Gobierno aseguró, bajo la atenta mirada de Pedro Sánchez, que ve al PSOE «distraído», y le urgió a que presente cuanto antes un «proyecto claro» y con vocación de mayorías si no quiere sucumbir bajo el «tsunami» que empieza a representar Podemos.
Diversas fuentes consultadas por ABC coinciden en que la Ejecutiva Federal no habló ayer expresamente del debate suscitado por la presidenta andaluza, pero muchos sí interpretaron que una frase del secretario general a puerta cerrada, pidiendo comprensión y «tiempo» para consolidar su proyecto, es un mensaje a su mentora en el pasado congreso extraordinario de julio.
Antes que él, la presidenta del partido, la andaluza Micaela Navarro, reclamó a todos que las críticas a la gestión de la dirección socialista «se hagan dentro» de los órganos del partido. Varios barones consultados admiten que en el ambiente está la idea de que a Pedro Sánchez le ha pasado factura su «ansiedad» por dar la vuelta a la situación heredada de Alfredo Pérez Rubalcaba y, además, con Podemos amenazando en los sondeos la hegemonía del PSOE en la izquierda durante los últimos 40 años.
Al terminar la cita, el secretario de Organización, César Luena, se ha referido precisamente a esa situación para señalar que no hay crisis en el liderazgo de Pedro Sánchez y que las críticas de Díaz a la gestión de los primeros tres meses son «una garantía» de que el PSOE está vivo «y funciona». «Hay absoluta sintonía (de Sánchez y Díaz) en la estrategia de fondo y apoyo mutuo; el debate es algo natural que fortalece el proyecto», señaló Luena
A juicio del «número dos» socialista, tras lo visto en la asamblea de Vista Alegre el pasado fin de semana, en Podemos «hay más táctica que fondo» y puso como ejemplo las dudas de esa formación sobre si presentarse o no a las elecciones municipales de mayo de 2015. Luena se preguntó si las propuestas de Podemos no sirven para los ayuntamientos. Por contra, en el PSOE «gobierna la tranquilidad» de saber que están haciendo las cosas bien, aseguró. La clave estriba en actuar «sin dormirse en los laureles pero sin dejarse dominar por la ansiedad». Lo que pasa con Podemos ya ha ocurrido en otros países, señaló. Es un fenómeno «populista» y ante eso no hay que ponerse nerviosos.
Luena: El PSOE, «imparable»
«Desde el 13 de julio, lo que está haciendo el PSOE con Pedro Sánchez es recuperar terreno, ganar credibilidad día a día, poco a poco, pero de forma imparable ». Luena se felicitó del «éxito» de las primarias celebradas el domingo en 70 municipios, Canarias, Navarra y Ceuta, con algo más de 30.000 votantes en total. Restó importancia al incidente en Canarias, donde se tuvieron que anular 3.755 inscripciones de simpatizantes porque se pagaron los dos euros por cada uno de ellos desde una docena de tarjetas de crédito y había sospechas de «pucherazo» a favor de algún candidato. Ayer dijo que ocurrió «por error o por desconocimiento no intencionados», y la Ejecutiva Federal no investigará. Duda que el recurso que anunció la ganadora, Patricia Hernández, «siga en pie».
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