crimen organizado
El triángulo amoroso de los «Tigres de Arkan»
Una mujer asegura en el juicio que el jefe de la banda medió para salvar su matrimonio y que si le acusaron de ser él quien descuartizó a uno de sus hombres fue por venganza
![El triángulo amoroso de los «Tigres de Arkan»](https://s2.abcstatics.com/Media/201410/08/arkan--644x362.jpg)
El juicio que se sigue en la Audiencia Nacional contra los temibles «tigres de Arkan», los exparamilitares serbios reconvertidos al crimen organizado, dejó ayer otra perla: la declaración de una testigo que, para exculpar al jefe de la banda, Luka Bojovic, relató todo un triángulo amoroso para argumentar que si ese individuo fue implicado en el asesinato de uno de sus hombres fue por venganza.
Fue la defensa de Bojovic la que presentó esta testigo, de nombre Ana. El crimen fue descubierto por el soplo de un integrante del clan condenado a más de 100 años de cárcel en Serbia, identificado como Sretko Kalinic y apodado «La Bestia». Este tipo aseguró que Bojovic mató a martillazos a uno de sus subordinados y después descuartizó, trituró e ingirió partes de su cuerpo, en colaboración con los otros tres acusados que se sienta en el banquillo de la Audiencia Nacional: Vladimir Milisavljevic, Vladimir Mijanovic y Sinisa Petric.
Pero la versión ofrecida por la testigo es muy distinta. La mujer asegura que Luka Bojovic mantenía con su marido una estrecha amistad, hasta el punto de que fue el padrino de su boda. Cuando la pareja comenzó a tener problemas su mediación, según Ana, fue clave para que ella no abandonara a su esposo para caer en brazos de su amante, el delator Kalinic.
Ana mantenía con Kalinic, que era «socio» de su marido en distintos negocios, una relación sentimental desde el año 2006, alimentada a través de un abundante intercambio de correos electrónicos. De hecho, durante cuatro años, hasta el asesinato de su esposo en 2010, estuvo tentada de abandonar su vida conyugal.
Según han explicado fuentes de la defensa de Bojovic a Europa Press, su negativa a dejar a su marido provocó la repentina desaparición del cónyuge de Ana, cuyo cuerpo desmembrado fue localizado meses después en un lago serbio. Las autoridades serbias imputan este asesinato y otra veintena a Kalinic.
Las citadas fuentes apuntan a que «La Bestia» nunca pudo olvidar el papel jugado por Bojovic en el triángulo amoroso, dado que su intervención pudo ser definitiva para convencer a Ana de que no abandonara su vida matrimonial.
La Fiscalía pide para los cuatro acusados penas de entre 5 y 41 años de prisión por la comisión de delitos de participación en organización criminal, asesinato, encubrimiento, depósito de armas de guerra y falsedad documental. En concreto considera a Bojovic, para el que reclama la pena más alta, autor material de la muerte .
Según la fiscal Ana Noé, el acusado golpeó con un martillo en la cabeza a la víctima cuatro o cinco veces. En compañía del resto de imputados, trasladó el cuerpo a la cocina donde lo descuartizaron y metieron en el frigorífico, envuelto en papel y bolsas, dice el escrito.
Al día siguiente trituraron los trozos con una máquina eléctrica hasta que el aparato se rompió a causa de una antigua bala que la víctima tenía alojada en el cuerpo. Los cuatro «Tigres de Arkan» compraron otra y «tiraron las partes picadas al inodoro». Además, cortaron con una sierra los huesos y fracturaron la cabeza. Uno de ellos se trasladó en bicicleta hasta el río Manzanares con los fragmentos y los arrojó al agua a la altura del puente de la Reina Victoria. La Policía encontró en el agua 117 restos óseos en marzo de 2012.
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