España solo invierte un 0,9% del PIB en Defensa, con recortes del 32% por la crisis
Solo Luxemburgo y Lituania gastan porcentualmente menos en la OTAN. Inquietud en el PP por la falta de «seriedad» de las propuestas de Sánchez
Si tuviéramos que situar a España en una liga de países que invierten en su Defensa en relación con su Producto Interior Bruto, nuestra división de «juego» estaría conformada por Bélgica (1%), Eslovaquia (1%), Letonia (1%), Hungría (0,9%), Lituania (0,8%) y Luxemburgo (0,5%), siendo estos tres últimos países los únicos que a priori tendrían una peor o igual «plantilla» para afrontar la temporada.
Símiles deportivos al margen, la realidad es que España -505.000 km² de superficie, 1.920 kilómetros de frontera y 47,7 millones de habitantes- invierte muy poco en Defensa, por mucho que el nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se empeñe en declarar lo contrario: «Sobra el Ministerio de Defensa» , afirmó el pasado fin de semana en una entrevista. Sus palabras generaron tal desconcierto, dentro y fuera de su partido, que el nuevo jefe de la oposición se vio obligado a matizar su titular y explicar que en realidad se refería a un deseo, el de reducir el gasto militar en favor de otras políticas como la Sanidad o la Educación.
Con todo, la declaración de Sánchez, que recordó a muchos en el Congreso al discurso «buenista» de Zapatero , no está respaldada por datos concretos, ya que España invierte tan solo un 0,9% del PIB a Defensa, superando solo así a Lituania y Luxemburgo, según las cifras oficiales de la OTAN. Desde el inicio de la crisis en 2008 el Presupuesto de Defensa se ha reducido un 32%: de los 8.494 millones a los 5.768 proyectados inicialmente para 2015, tal y como informó ayer el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, quien compareció en el Congreso de los Diputados.
157.273 militares y civiles
Esta merma ha dejado a las Fuerzas Armadas al borde de su eficacia operativa y ha provocado que tres de cada cuatro euros invertidos en el Presupuesto se destinan a pagar las nóminas de los 157.273 militares y civiles que trabajan para el Ministerio, de los cuales 122.256 son militares en activo.
El dato del 0,9% -reconocido ayer por fuentes del Ministerio de Defensa- hace sonrojar a España cuando en la OTAN se reclama un 2% de inversión, dato que ciertamente solo cumplen EE.UU., Reino Unido, Estonia, Grecia y Portugal (aunque en estos dos últimos países las cargas salariales lastran el Presupuesto, sin apenas campo de acción para la renovación de equipamientos). De ahí que las declaraciones de Pedro Sánchez se consideran en el Parlamento fuera de la realidad y una muestra de la «inconsistencia» de su discurso, según afirmaron fuentes del Grupo Popular.
Otros países de la teórica «división» que le corresponde a España tienen la siguiente capacidad inversora en la Defensa: Polonia (1,8%), Italia (1,6%) Alemania (1,4%), Holanda (1,4%), Francia (1,4%), Noruega (1,4%). Ello no implica que su Sanidad, Educación o pago de pensiones se vean ciertamente comprometidas.
Ayer, en el Congreso de los Diputados, el «número 2» del Ministerio defendió el presupuesto inicial de 2015 cifrado en 5.765 millones, un 0,38% más respecto a los 5.746 millones de 2014, lo que «implica un cambio de tendencia» al alza tras siete años de caída del Presupuesto. No obstante, Argüelles informó que a esa partida inicial de 5.765 millones habrá que sumar el próximo año el gasto de «Operaciones de Mantenimiento de la Paz» (en 2014 será de unos 734 millones), los créditos extraordinarios que se pidan vía Ministerio de Industria para afrontar el pago de programas de armamento (este año fue de 884 millones, se prevé cifra similar en 2015) y la generación de crédito con la venta de inmuebles de la Defensa (unos 201 millones en 2014).
Por su parte, el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante general Fernando García Sánchez, calificó los presupuestos de Defensa de «restrictivos con el objetivo de mantener los objetivos de déficit [del Gobierno]» y «muy exigentes para las Fuerzas Armadas, con unas capacidades básicas».
El Jemad pidió a los diputados de los diferentes grupos un pacto para contar con unos presupuestos estables en los próximos años. Advirtió que solo los militares en misiones en el Exterior -unos 1.750- y los componentes del «núcleo de fuerza conjunta» -unos 27.000- tienen una operatividad del cien por cien con los actuales presupuestos.
«Poco serio»
En este contexto, en el Gobierno y el PP empieza a haber preocupación por el sendero que está tomando el nuevo secretario general del PSOE , en un momento en el que están sobre la mesa importantes pactos de Estado, como el de la regeneración democrática. Fuentes parlamentarias reconocieron que las últimas «ocurrencias» e «improvisaciones» de Sánchez están desconcertando tanto al Ejecutivo como al Grupo Popular, que observan con inquietud la «falta de fundamento» que están encontrando en el líder del PSOE. «Necesitamos una interlocución seria y sólida por parte del principal partido de la oposición, porque el PSOE tiene una responsabilidad que cumplir, pero es difícil cuando nos encontramos con un discurso poco serio, lleno de improvisaciones y golpes de efecto», comentan las fuentes consultadas.
En el Gobierno sí valoran de forma especial la «firmeza» que está mostrando el jefe de filas del PSOE en otro asunto de Estado, como es el rechazo firme a la consulta independentista del 9 de noviembre. Pero echan en falta ese tono serio en otros ámbitos que preocupan a los ciudadanos en este momento, como son las medidas de regeneración democrática, y también en sus propuestas «improvisadas» y a veces rectificadas después, que le hace perder credibilidad, según las fuentes consultadas.
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