Elecciones - Catalanas

El voto por correo crece y anuncia más movilización no nacionalista

Mas puso las elecciones en días de puente en el área de Barcelona, un feudo no secesionista

Un cartero entrega votos por correo a una mesa electoral
Un cartero entrega votos por correo a una mesa electoral - mikel ponce

Cuando el presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, convocó las elecciones autonómicas para el 27 de septiembre, entidades como Sociedad Civil Catalana y partidos no nacionalistas pusieron el grito en el cielo. Denunciaron que la elección de la fecha, en el último día del puente de la fiesta de La Mercè que desde ayer gozan los ciudadanos de Barcelona -es su patrona-, y secundan un 69% de los municipios del área metropolitana de Barcelona (unos 2,2 millones de habitantes), buscaba desmovilizar el voto tradicional en estas zonas, en la que habita casi un tercio del total de la población catalana. Un voto no nacionalista, más proclive a formaciones como el PSC u otras de izquierda más o menos radical.

Según estas voces críticas, Mas buscaba que los feudos nacionalistas -la Cataluña «de comarcas»- tuvieran más peso en unos comicios, los de domingo, presentados por el nacionalismo ahora independentista como un plebiscito sobre la secesión de Cataluña. Otro reproche era que se recurriera a unas elecciones convencionales, donde la ley electoral, de por sí, pondera más los votos de fuera de la provincia de Barcelona, como trasunto de un referéndum en que todos los votos valen igual.

Ahora, sin embargo, la estrategia de Mas, que se presenta al 27-S junto a ERC con la candidatura Junts pel sí, podría volverse en su contra, como un bumerán. Y es que, según los últimos datos oficiales, el número de electores de la provincia de Barcelona que han pedido votar por correo en el 27-S ha aumentado un 80,7% respecto a los comicios autonómicos de 2012. Son 78.632 sobre los 43.493 de hace tres años. A lo que parece, muchos ciudadanos se han ido de puente de La Mercè con los deberes hechos, una noticia que trastoca los planes de Mas.

Barcelona sube la media

De hecho, este incremento del voto por correo en Barcelona es el que ha contribuido a elevar la media de solicitudes de voto por correo en toda Cataluña, de residentes en el Estado, que ha aumentado de un 70% respecto a 2012 (de 84.000 a 133.200).

Desde la Generalitat se saca pecho por el aumento general del voto por correo, una mayor participación que, auguran, va en favor de la causa secesionista. Pero las cifras segregadas de Barcelona podrían contradecirles el próximo domingo.

También ha crecido el número de catalanes residentes en el extranjerio que han pedido el voto por correo, pese a que la Generalitat se ha quejado de las dificultades en la tramitación y pidió sin suerte a la Junta Electoral Central que ampliara el plazo para formalizarlo. Unos 23.500 catalanes residentes fuera de España han pedido votar por correo en los comicios del próximo domingo, pocos más de los 20.800 que lo solicitaron para las elecciones autonómicas de 2012.

El voto de los catalanes residentes en el extranjero es objeto de deseo por parte de los independentistas. Porque se les cree más alineados con las tesis nacionalistas. Con todo, su peso en las urnas dista mucho de ser el anhelado por los secesionistas. Se estima que hay unos 200.000 catalanes en tierra extranjera. Y solo han pedido votar unas 23.500, lo que supone un 11,75% del total de votantes potenciales.

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