A Inés Arrimadas le llega la hora de la verdad. Apenas cinco años después de acudir con una amiga a un mitin de Ciudadanos en el Teatro Romea, esta andaluza (Jerez de la Frontera, 1981) se convertirá en la líder de la oposición en Cataluña. Durante todos estos meses ha contado con el respaldo en cada acto de Albert Rivera.

El líder de Ciudadanos la definió como una de las mujeres más importantes de la próxima década. Desde ayer domingo lo es ya de la política española.

Una transición tranquila en el liderazgo del partido en Cataluña que ha dejado en ocasiones a la candidata a la sombra de Rivera, que acapara para sí gran parte de la atención mediática. Pero ayer todo eso se terminó. La candidata fue recibida en el Hotel Barceló Sants con un fervor tremendo y a gritos de ¡presidenta, presidenta! Un clamor que por primera vez superó a los que recibía el propio Rivera.

Decir que Inés Arrimadas es una persona tímida se ha convertido en un mantra de todo perfil sobre su figura. Realmente ella se considera así, pero en cuanto se rompe la barrera inicial se muestra como una persona natural. Habría que decir más bien que es una persona reservada. Durante la campaña, tanto en los paseos que daba por algunos municipios como en su trato con la prensa fue soltándose cada vez más.

Número 4 en 2012

Licenciada en Derecho y Administración de Empresas por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, cursó además estudios superiores en Gestión Empresarial y Negocios Internacionales en Niza. Arrimadas domina, además del catalán y el castellano, el inglés y el francés. Tras terminar la Universidad con 24 años trabajó un año y medio en un grupo de empresas de servicios industriales y posteriormente, durante seis años, en la consultora D'Aleph. Vive en Barcelona desde que en 2006 su carrera profesional la llevó a pasar cada vez más tiempo en la ciudad condal. «Catalana por elección», como siempre le gusta decir.

Al poco tiempo de afiliarse al partido defendió una propuesta para ser elegida portavoz en materia de juventud. Llamó inmediatament la atención del secretario de organización, Fran Hervías, que le hizo ver a Rivera que se trataba de una persona con la que había que contar para promocionar en el partido. Fue número 4 en las elecciones de 2012 y ha sido portavoz del partido en varias comisiones parlamentarias, entre ellas la de Empresa y Empleo.

Nuevos líderes

Su imagen algo frágil no se corresponde en absoluto con un carácter fuerte. Durante la campaña se ha mostrado muy cómoda en los actos pequeños, en los que podía responder a cuestiones de los vecinos. En la dirección del partido siempre se mostraron muy animados con el trabajo realizado por Arrimadas. «Está haciendo un campañón», decía un dirigente del partido.

Una campaña, diseñada por José Manuel Villegas, Fran Hervías y Fernando de Páramo, en la que se trató de vencer la dicotomía entre la necesidad de contar con Rivera en la campaña y el peligro de que eso terminase por eclipsar a Arrimadas.

Hasta ayer, Ciudadanos caminaba con la losa de que las candidaturas que no lideraba Albert Rivera no tenían la misma fuerza. Hasta ayer. Los 25 diputados logrados por Ciudadanos son su hito más importante. A Rivera siempre le gusta decir que un verdadero líder debe destacarse por encontrar nuevos líderes. Con Arrimadas ha culminado su obra más perfecta.