Cataluña es la casa en la que he nacido y en la que estoy ayudando a construir un futuro mejor. En ella he podido vivir, conocer, descubrir, aprender, desaprender, enamorar, desenamorar, reír y llorar, pero sobre todo es la casa en la que he podido soñar. He soñado en un futuro mejor para mí, para los míos y también para los que vengan, pero parece ser que en esta casa, hoy en día, soñar en un futuro mejor es complicado, con la poca honestidad que demuestran tener algunos de nuestros dirigentes políticos.

Cataluña es tierra de acogida, ya que siempre ha tenido una visión amplia del mundo, y una posición privilegiada que debemos saber aprovechar. Durante siglos ha destacado por la modernidad y el carácter cosmopolita los cuales han sido sus valores más preciados. Así como también aquellos sectores económicos que siempre han sido un gran referente en el panorama internacional, como la moda, la gastronomía, el deporte y donde productos como el vino o el cava definen nuestro carácter emprendedor. Esta semana, la Comisión Europea reiteró que una Cataluña independiente quedaría fuera de la Unión Europea, convirtiéndose en un país tercero respecto a la Unión Europea, quedando suspendidas las políticas comunitarias en toda Cataluña. La portavoz de la Unión Europea M.Schinas volvió a recordar que la posición de la comisión europea no ha variado respecto a la que expresó Romano Prodi en 2004 y Durao Barrosso en 2012.

Artur Mas y su cabeza de lista Romeva, no nos dejan de engañar, diciendo que la pertenencia a la unión sería algo automático en el caso de Cataluña. La Comisión Europea lo ha vuelto a desmentir, recordando que no existe ningún procedimiento automático entre independencia y pertenencia a la Unión, quedando Cataluña automáticamente fuera de ésta. Estas afirmaciones más que un sueño, son una pesadilla para todos aquellos catalanes que lo único que queremos es continuar siendo españoles y europeos en una Cataluña mejor, donde podamos vivir sin presiones de ningún tipo.