Elecciones - Catalanas

Espadaler: «Unió no representa el independentismo sensato»

Ramon Espadaler
Ramon Espadaler - Inés Baucells

–¿Quién es su rival político en estas elecciones?

–Las posiciones extremas, el independentismo y el inmovilismo tozudo que nos ha llevado a esta situación. Nuestro mensaje se dirige a todas las personas que están en medio de esas posiciones. A aquellos que se sienten catalanistas o nacionalistas y quieren superar el enfrentamiento entre Cataluña y España, pero no con la ruptura. A aquellos que quieren transformar las cosas desde dentro, cumpliendo con la legalidad y garantizando la seguridad jurídica, porque son conscientes de que hay una situación que no es pasajera ni anecdótica. No es un calentón de un verano, es algo más profundo.

–¿Cuál es su hoja de ruta?

–Tiene tres pasos. Diálogo entre gobiernos, porque no podemos hacer las cosas desde la unilateralidad. Una propuesta de disposición adicional en la Constitución que reconozca la realidad nacional de Cataluña. Y una consulta, porque todo esto tiene que ser consultado a la ciudadanía.

–¿Hay un plazo?

–Nosotros planteamos una legislatura entera para lograrlo. Llevamos demasiado tiempo con campañas y precampañas electorales. Estamos tensionados constantemente. Pero también somos conscientes de que no podremos decidir nada antes del 20 de diciembre, fecha en la que están previstas las elecciones generales. No queremos precipitar nada. Son temas muy serios. Esperamos que la próxima legislatura catalana dure cuatro años.

–¿Ve posible una reforma constitucional en la próxima legislatura?

–Creemos que es obligado. Nuestra propuesta no es abrir el debate del capítulo VIII de la Constitución porque no se sabe cómo puede acabar y Cataluña puede salir perjudicada. El problema de Cataluña no es solo económico, quien crea que todo esto se soluciona con más recursos es que no ha entendido lo que pasa. El problema de Cataluña es un déficit fiscal estructural, pero también de garantías de aspectos muy sensibles para nosotros como el reconocimiento de nación, lengua y competencias.

–Asegura que UDC no representa el independentismo sensato. Pero parece que, en el fondo, lo que busca también es la separación.

–No lo somos. En el fondo queremos que se nos reconozca como nación y eso se puede encajar perfectamente, con una amplitud de miras, en la Constitución. Ello permitiría que Cataluña permaneciera en la UE, algo muy importante.

–El independentismo niega que pueda producirse esa expulsión.

–Yo me remito a lo que dicen los tratados de manera muy explícita, que nos tendríamos que poner en la cola para pedir el ingreso. Incluso el presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez, lo dice. Nosotros no vamos a engañar a la gente. Nos gustará más o menos, pero cuando los mandatarios europeos señalan eso, nosotros no vamos a negar la realidad. La salida de la UE sería malo para la economía, para el sector agrario y para una infinidad de cosas.

–Hay un sector empresarial que no acaba de pronunciarse abiertamente al respecto.

–En el empresariado, como el resto de la sociedad, hay opiniones muy variadas, en función de sus legítimos intereses. Pero a unos y a otros les decimos que no puede ser que en la próxima legislatura dure tres o cuatro meses. Necesitamos estabilidad y generar empleo, que es la principal preocupación de los catalanes.

–Usted augura un gobierno tripartito «radical». ¿En qué se basa?

Me baso en lo que oigo en los debates y leo en las entrevistas. Hay una complicidad entre Junts pel Sí y la CUP para formar gobierno. Pero no oigo una defensa de las políticas de gobierno que ha hecho CiU en esta legislatura. Blanco y en botella…

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