Cifuentes, la «marca blanca» del PP

«Cristina Cifuentes es una política acostumbrada a dialogar con todo el mundo. Tiene "feeling" hasta con la oposición». Quien así hablaba era un portavoz de un grupo político de la Asamblea de Madrid. Tal vez esa haya sido la cualidad principal que valoró el PP para elegir a la delegada del Gobierno candidata a la Comunidad. Fuentes de Génova interpretaban esta elección como un intento del PP de tender puentes hacia los demás partidos. La mayoría absoluta no está asegurada para nadie, y cuando llegue el momento de los pactos Cifuentes puede echar mano de su habilidad para llegar a acuerdos.

La ganadora de las elecciones autonómicas en Madrid es algo así como la «marca blanca» del PP. No está salpicada por ningún escándalo. La Gürtel y la Púnica le pillan lejos. Tampoco se le conoce ningún enemigo acérrimo. Ha llegado a infiltrarse en asambleas del 15-M y de ahí ha salido indemne.

Quienes la conocen la definen como una persona alegre, jovial y espontánea. En su despacho de la Delegación colgaba una enorme portada de un álbum de Tintín. Aficionada a las redes sociales, no hay día que no responda en persona a muchos comentarios que, en momentos puntuales, le han llevado a meterse en algún charco.

Cifuentes tiene grabada a fuego la fecha del 20 de agosto de 2013. Ese día sufrió un gravísimo accidente de moto en la Castellana que estuvo a punto de costarle la vida y que la mantuvo un mes ingresada. Desde entonces no ha parado de trabajar en la Delegación. En sus años al frente, la delincuencia ha bajado notablemente hasta alcanzar niveles de 2003. En el PP es presidenta regional del Comité de Derechos y Garantías.