Wisconsin amenaza al Trump más contestado de la carrera

Sigue siendo líder destacado en la carrera republicana, pero empieza a mostrar signos de fatiga . Errores propios y aciertos ajenos han conducido a Donald Trump a su peor momento desde que tomara la delantera en este proceso electoral sin precedentes. Mientras la retirada de Marco Rubio parece haber reforzado a Ted Cruz, que emerge como favorito en las primarias de hoy en Wisconsin, algunos patinazos han puesto en apuros al magnate. Su abierta proclama favorable a castigar a las mujeres que aborten , después matizada , no habría desatado una tormenta si Trump no hubiese alimentado previamente su imagen de misógino.

Como habría tenido menos impacto la imputación de su director de campaña, Corey Lewandowski , por agresión a una periodista . Su misterioso acercamiento al establishment republicano en forma de reunión sin luz ni taquígrafos es interpretada por muchos como un signo de debilidad, un reconocimiento implícito de que no logrará la nominación directa : la mitad más uno de los delegados. Con el riesgo que una convención abierta supone para un candidato abiertamente rechazado por la dirección del partido.

Wisconsin, bautizado por el exgobernador Tommy Thompson como «estado barómetro» por albergar en mitad de la carrera el abanico más diverso de votantes conservadores , se cruza en el camino del Trump más contestado. El gobernador del estado y exaspirante en la carrera, el bien valorado Scott Walker, capaz de aglutinar en torno a sí a gran parte de las bases republicanas, respalda públicamente a Cruz, que distancia a su rival en diez puntos en las encuestas.

El millonario da muestras de nerviosismo: promete acabar con la deuda en dos legislaturas y pide a John Kasich , el tercer candidato, que abandone porque le quita votos. Por si fuera poco, el vencedor se llevará gran parte de los 42 delegados , al disputarse las primarias por el sistema del winner-take-most, más le reporta al ganador más que la distribución proporcional de los votos.

Si el showman es derrotado en Wisconsin, empezarían a no salirle los números. Para sumar los 1.237 necesarios, el magnate necesita llevarse el 51% de los delegados que restan por repartir . Una empresa difícil que se convertiría en casi imposible. Más después de que el pasado domingo los republicanos de Dakota del Norte, reunidos en convención, le dieran aparentemente la espalda (aunque los 25 delegados elegidos tienen libertad total de voto).

Las primarias demócratas de Wisconsin se presentan muy ajustadas . La última encuesta, de ayer mismo, situaba a Bernie Sanders dos puntos por encima. Un empate técnico. Tras los últimos triunfos en pequeños estados, el senador se resiste a tirar la toalla. Una victoria en el estado del norte le mantendría vivo en la carrera.