«Quizá sea la primera presidenta de EE.UU., pero la próxima puedes ser tú»
Hillary Clinton imita a Trump e interviene por sorpresa en la convención para celebrar su histórica nominación.
No quiso faltar a su fiesta. Después de dos días turbulentos de convención demócrata , en los que han aflorado las brechas del partido y se ha abucheado su nombre, Hillary Clinton se dio el gusto de aparecer al final de la jornada histórica, la que la ha convertido en la primera mujer nominada a la presidencia de EE.UU.
La jornada se diseñó a la perfección para silenciar la revuelta de delegados de su contrincante en las primarias, Bernie Sanders , empeñados en no apoyar a Clinton y mostrar a la nominada como una candidata rocosa. Primero se celebró una votación estado por estado , culminada con una intervención de Sanders que logró que la convención nominara a Clinton por aclamación.
Después se sucedieron los discursos para glosar su figura, rematados por dos pesos pesados demócratas: la ex secretaria de Estado Madelein Albright y, sobre todo, su marido y ex presidente Bill Clinton .
Para entonces, y con la música de Alicia Keys y las palabras de la actriz Meryl Streep , el ambiente ya era festivo. Y, para sorpresa de los asistentes a la convención, la pantalla gigante escupió la imagen de una Hillary Clinton extasiada , vestida de rojo desde su casa en el suburbio adinerado de Chappaqua . Antes se proyectaron una sucesión de imágenes de anteriores presidentes, finalizado con el estruendo de un cristal que se rompe , en referencia al techo que rompió Clinton esa misma mañana, el de abrir el paso a las mujeres al mayor cargo de responsabilidad política de EE.UU.
«No puedo creer que hayamos abierto la mayor grieta hasta ahora de ese techo de cristal , esta es vuestra victoria», dijo a los delegados de su partido. «Y si hay alguna niña ahí que se ha quedado hasta tarde viendo la televisión, dejadme que diga algo: quizá sea la primera presidenta de EE.UU., pero la próxima puedes ser tú».
El público respondió con una ovación estruendosa , perdonando que su candidata tenga una cosa más en común con su rival por la Casa Blanca, Donald Trump : ninguno de los dos se ha podido resistir a aparecer por la convención antes de su discurso de aceptación, reservado para los jueves. Trump se dejó ver los cuatro días en la convención republicana. Clinton, en un día reservado a la historia, tampoco pudo contenerse.
«Puede que me convierta en la primera presidenta de Estados Unidos -dijo dirigiéndose a las niñas que estuvieran escuchándola. Pero la próxima puedes ser tú».
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