Portugal, la euforia devora a la melancolía

El país luso, que creció un 2,8% en el primer trimestre del año, está enderezando sus cuentas

El primer ministro portugués, Antonio Costa, ofrece una rueda de prensa en Lisboa EFE

FRANCISCO CHACÓN

Entre alzarse con la Eurocopa derrotando a Francia en París y la victoria en el reciente Festival de Eurovisión , no ha transcurrido ni un año. Y Portugal se ha servido de ambos triunfos internacionales para imprimir altas dosis de optimismo a su economía, en absoluto sobrada de alegrías financieras en el último lustro, especialmente desde que el ex primer ministro socialista José Sócrates (hoy bajo sospecha de corrupción) se vio obligado a solicitar en 2011 un rescate de 78.000 millones de euros a la «troika » formada por el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el BCE. Desde que Cristiano Ronaldo se erigió en héroe nacional y conmovió a los ciudadanos lusos con su pundonor al tener que retirarse lesionado en julio de 2016, el país vecino adquirió una inusitada euforia en el tradicional feudo de la melancolía. El primer título de la selección reactivó el consumo interno y comenzó a revertir la sempiterna falta de convicción en sus propias posibilidades.

Lo mismo ha sucedido en los últimos días, justo después del triunfo de Salvador Sobral en Eurovisión con la balada «Amar pelos dois» («Amar por los dos»). Como en el caso del fútbol, se trata del primer trofeo logrado en el destacado festival pop. De nuevo, la gente se ha lanzado a la calle y los complejos quedan en el armario. Mucho más cuando Portugal ha reducido su tasa de paro por debajo del 10% (un hecho insólito hasta ahora) y acaba de salir del Procedimiento por Déficit Excesivo, según ha certificado Bruselas. Además, el PIB ha crecido hasta el 2,8% en el primer trimestre de este año. En semejante clima positivo, a nadie puede extrañar que el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, le haya dedicado pomposos elogios a su colega luso: «Mário Centeno es el Ronaldo del Ecofin», en referencia al Consejo Económico y de Finanzas de la Unión Europea.

Cualquier éxito con sello portugués revierte en el impacto económico bajo los auspicios del Gobierno socialista de António Costa, algo así como un equilibrista que ha sabido lidiar con las exigencias de la CE y, al mismo tiempo, con las envenenadas reclamaciones de los socios radicales (comunistas y Bloco de Esquerda, lo más parecido a Unidos Podemos pero con menos agresividad verbal) que lo sustentan.

Fiebre turística

Además, Lisboa vive toda una eclosión turística, en parte porque ha sido reconocida como la ciudad más «cool» de Europa por la mismísima CNN y por el prestigioso diario británico «The Guardian». La consecuencia de semejante consideración apenas se ha hecho esperar en la capital, en Oporto, en Madeira (la tierra de Cristiano Ronaldo) y en el Algarve: el país se beneficia de las cancelaciones masivas en Turquía, Egipto y Túnez a causa del miedo al terrorismo islamista.

Y así un éxito lleva a otro para invertir la tendencia que solía maniatar a nuestros vecinos: el característico retraimiento e incluso una cierta autopercepción de inferioridad que los exasperaba incluso a ellos mismos por su falta de atrevimiento . Ahora, por fin, no es así. Hasta el comportamiento al alza de las exportaciones lo corrobora, y eso que venía siendo uno de los talones de Aquiles de la economía portuguesa.

El crecimiento no solo se mantiene sino que se eleva semestre a semestre, catapultado por el citado motor turístico, imparable a juzgar por la explosión de negocios alrededor de la atención a los visitantes extranjeros: desde empresas que comercializan los denominados «tuk-tuks» (pintorescos vehículos) hasta la apuesta por los cruceros, con una tercera terminal funcionando a pleno rendimiento en Lisboa desde hace pocos meses. En este contexto, se escuchan voces en Bruselas que pretenden encumbrar a Mário Centeno, para que dé el salto del Ministerio de Finanzas al liderazgo del Eurogrupo, toda vez que el holandés Jeroen Dijsselbloem ha perdido de forma notable su crédito desde que le dio por descolgarse con unas despectivas declaraciones hacia los países del sur de Europa.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación