«Anticimex», alta tecnología contra las plagas

La empresa de origen sueco, presente en España desde 2013, prevé facturar este año unos 20 millones de euros

La multinacional de origen sueco, presente en 16 países incluida España, cuenta en nuestro país emplea a unas 350 personas y cuenta con más de 15.000 clientes ANTICIMEX

CARLOS MANSO CHICOTE

El nombre de «Anticimex» , empresa fundada en 1934 durante una importante plaga de chinches de la cama en Estocolmo (Suecia), significa precisamente en sueco «contra la chinche» y aterrizó en España hace tres años para «revolucionar» este sector con su «concepto smart».En concreto, el 70% de su facturación en nuestro país proviene del control de plagas aunque también se dedica al higiene ambiental y a la seguridad alimentaria.

Como explica su director general en España, Josep Valls, la multinacional comenzó en 2013 un proceso de globalización que le llevó a tener presencia en 16 países , entre ellos, España. Todo ello a través de la compra de empresas que puedan adaptarse a los esquemas de «Anticimex», que combina la tecnología - a la que vienen dedicando regularmente el 5% de lo que ingresa por sus ventas- con la preocupación por el medio ambiente: « En el negocio del control de plagas abundan las empresas pequeñas y poco profesionalizadas, por lo que no es fácil crecer. Nuestro esquema está muy vinculado a un servicio con una importante cercanía al cliente , de ruta e inmediatez, que necesita presencia en toda la geografía», destaca Valls, quien añade que la compañía ya cuenta con 18 oficinas y 22 delegaciones.

El máximo responsable local de «Anticimex» destaca que ya emplean a 350 personas, y cuentan con más de 15.000 clientes entre particulares, empresas y el sector público, desde organismos como la Filmoteca Nacional o «pioneros en el concepto de smart cities » como los ayuntamientos de Jerez de la Frontera o Sant Cugat del Vallés. Valls añade que preven facturar al cierre de este año unos 20 millones de euros así como «seguir con un crecimiento de dos dígitos» en los próximos ejercicios.

Preguntado sobre futuras adquisiciones de empresas, el responsable de la multinacional sueca asegura que «el año que viene habrá alguna compra».Hasta la fecha, entre las inversiones más relevantes, la adquisición de la división de plagas de Dokesim , la responsable de garantizar la salubridad de la vivienda de Teresa Romero , la auxiliar de enfermería contagiada de ébola. Valls explica que la situación les sorprendió en pleno proceso de compra. A su juicio, « Dokesim nos ha aportado el liderazgo en el sector hospitalario y, gracias a ellos, ahora somos una empresa con el conocimientos sobre cómo actuar contra enfermedades complejas como el ébola».

Innovación

Anticimex también cuenta desde el año pasado con el primer laboratorio privado de chinches de España («CimexLAB»), situado en la localidad de Sant Just Desvern (Barcelona) que les está permitiendo conocer mejor su comportamiento y alimentación en las diferentes fases de crecimiento (huevos, ninfas y adultos) e incrementar la eficacia de su tratamiento a través de vapor.

El producto estrella de la compañía es el «Anticimex Smart» , un sistema de control de roedores que permite su monitoreo en tiempo real y su captura a través de trampas diseminadas, cuando son detectados, sin utilizar ningún pesticida ni biocida . También ofrece servicios similares para hormigas, cucarachas, el picudo rojo o insectos voladores, así como para la eliminación de bacterias como la legionella.

En este sentido, Valls anuncia que, con la preocupación por el Zika de fondo, en la próxima primavera lanzarán «un sistema de control de insectos voladores en espacios exteriores ecológicos» con tecnología italiana y que permite el seguimiento en tiempo real.

Adiós al fumigador

El sector del control de plagas en España, según la directora general de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA) , Milagros Fernández de Lezeta, reconoce que esta actividad parte «de la imagen del fumigador , de una persona bastante detestable, que quiere matar a un ratoncito». Una metáfora que, según esta experta, no se corresponde a la realidad: «Ahora tenemos muchos más sistemas que los químicos» , reconoce Fernández de Lezeta quien explica que las normativas europeas han tenido el efecto de restringir el número de sustancias químicas que se podían utilizar obligando a una reconversión de los fabricantes y del personal. Además de conducir a una apuesta por la investigación y la innovación.

«Los técnicos actuales han pasado de ser aplicadores de productos químicos a gestores de controles de sanidad ambiental», subraya la directora general de ANECPLA quien estima que este sector llega a facturar unos 250 millones de euros anuales en España a través de sociedades mayoritariamente muy pequeñas. En concreto, según estimaciones de esta asociación que representa los intereses de esta actividad, el 95% de las empresas tiene menos de 10 trabajadores y su número podría ascender a unas 2.500 frente a las 1.700 empresas que había hace una década.

«Con la crisis se ha reducido el número de empleados, pero incrementado el de compañías porque muchos extrabajadores han montado sus propios negocios» , destaca Fernández de Lezeta quien apunta que otra de las características fundamentales reside en la diversificación de los servicios desde el control de plagas hacia la denominada sanidad ambiental: legionella, tratamiento de calidad de interiores, etc...

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