Las solicitudes de licencias de obras en Sevilla han subido un 35% este año

Entre el 1 de enero y el 30 de julio de este año la Gerencia de Urbanismo ha recibido 2.065 solicitudes de licencias de obras – la cifra incluye desde obras de reforma a las de rehabilitación y nueva planta—frente a las 1.516 presentadas en el mismo período del año pasado. Eso supone 549 licencias más este año, un incremento del 36,2%, un dato que refleja cómo la mejora de la economía está produciendo ya cierta recuperación en el sector de la construcción.

Otra cuestión es lo que ocurre con las licencias concedidas. Entre enero y julio el número de permisos otorgados para obra por parte de Urbanismo se cifró en 654 frente a las 711 a las que se dio vía libre en los primeros siete meses del año 2014.

La razón de este descenso, explican fuentes de Urbanismo, es, fundamentalmente, que el sector más activo actualmente en cuanto a proyectos de construcción se refiere, el casco histórico, tiene paralizados sus planes de sectorización por los tribunales y ello dificulta muy mucho la concesión de cualquier licencia de obras, tanto si lo que se quiere es hacer viviendas o un establecimiento comercial de cualquier tipo.

La cuestión se remonta a 2013 cuando una sentencia del Tribunal Supremo anuló la aplicación total o parcial de los planes elaborados para cuatro sectores concretos del Casco Histórico:Santa Catalina-Santiago, Encarnación-Magdalena, Catedral y La Calzada-Fábrica de Artillería al entender que no eran compatibles con el régimen especial de protección establecido en la Ley de Patrimonio.

A aquella decisión del Supremo se ha sumado además que, a principios de este año, la Junta de Andalucía, tras una consulta de la Gerencia de Urbanismo sobre la a daptación del planeamiento urbanístico de la ciudad, el PGOU, a la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía, LOUA, dictaminó que los, aproximadamente, 3.500 edificios del Casco Histórico que sobrepasaban en plantas la altura establecida para su sector en el plan de ordenación aprobado en 2006 han quedado fuera de ordenación. Eso implica que no se puedan hacer reformas de obras y uso de las plantas que excedan las admitidas por el planeamiento.