Diez meses de cambios en El Corte Inglés
Dimas Gimeno, la revolución silenciosa
Implantó el anticipio de compras para los clientes, las emisiones de bonos y ahora ha cerrado la entrada de un inversor de Qatar
Gimeno lleva solo diez meses al frente de El Corte Inglés pero ya se percibe su «revolución silenciosa». Muchas de las decisiones que ha tomado se han centrado en el área financiera, y no es para menos, ya que la crisis ha pasado factura al conjunto de la economía española, incluidas las tiendas del logo verde triangular.
Una de las novedades que introdujo fue en noviembre del año pasado, apenas dos meses de sentarse en el despacho de presidente, e iba encaminada a aumentar el consumo, una de las piezas claves de la recuperación de la economía. A través de su Financiera el Grupo lanzó líneas de crédito para las compras navideñas , que el cliente podía pagar cómodamente después, sin apenas intereses. En la misma línea de reforzar la compañía, a comienzos de año captó 500 millones de euros en el mercado con su primera emisión de bonos senior con un vencimiento a siete años y una rentabilidad anual del 3,8%.
Después, Gimeno centró su atención en los clientes, en el sentido de buscar nuevas maneras de hacer más fácil la vida a los consumidores que, cada vez más, utilizan internet en el día a día de sus vidas, incluido cuando hacen compras. Y, así, se inventó los sistemas de puntos de recogida rápida en todas las tiendas , de las compras que se hacen por internet. Y, también sin perder de vista las ventas, pisó el acelerador de las promociones, algo anglosajonas pero promociones al fin y al cabo, con fórmulas como el «ciber monday» o el «black friday», que tuvieron muy buena acogida entre los consumidores, así como las ventas «flash», que son aquellas que se prolongan solo durante unas horas.
Ejercicio positivo
Todas estas fórmulas parece que han dado resultado, ya que la empresa da los últimos toques a los resultados del ejercicio, que presentará el próximo mes, y todo apunta a que habrá importantes crecimientos tanto en ventas como en beneficio de la compañía.
Y para poner la guinda al pastel, esta misma semana la empresa anunciaba la entrada en su capital del ex primer ministro de Qatar, Sheikh Hamad Bin Jassum Bin Jaber Al Thani, uno de los primeros inversores individuales del mundo, con un 10% del total: 1.000 millones de euros, lo que valora la compañía en 10.000 millones . El acuerdo, que se articula en forma de instrumento convertible en acciones en tres años, tiene voluntad de permanencia pero no ha sido flor de un día. ya que estaba habiendo contacto con inversores de Qatar desde 2013, lo que significa que el antiguo presidente, Isidoro Álvarez, fallecido en septiembre del año pasado, participó también en su gestación.
La novedad también será que el ex ministro de Qatar tendrá un asiento en el consejo de administración , que pasará a estar compuesto por nueve miembros. Actualmente, además de Dimas Gimeno, están en el máximo órgano de gobierno de la empresa Manuel Pizarro (adjunto a la presidencia), Leopoldo del Nogal, Juan Hermoso, Florencio Lasaga, Carlos Martínez, Cartera Mancor (representada por Paloma García) y Corporación Ceslar (representada por Carlota Areces).
Y ahora la pregunta es qué parte de los 1.000 millones de euros que han entrado en la caja de El Corte Inglés se van a destinar a amortizar deuda de la compañía y qué parte a impulsar nuevos negocios. Las fuentes consultadas aseguran que la decisión no está tomada aún pero que, en cualquier caso, la apuesta por seguir impulsando el negocio será predominante, y sobre todo en el extranjero.
Exportar los supermercados
Los planes de El Corte Inglés de salir fuera, más allá de los dos grandes centros que tiene en Portugal, no son nuevos pero siempre han sostenido que es muy difícil exportar el modelo del gran almacén más allá del país vecino. Así, durante estos años se han dedicado a exportar los pequeños formatos, desde las tiendas de moda Sfera a las agencias de viajes pasando por los servicios informáticos. La empresa baraja desde hace años dar el salto fuera con los supermercados del grupo, una idea que acarician también otras empresas de distribución minorista del sector, pero que la crisis obligó a aparcar durante unos años y ahora podrían revitalizarse.
Y todo lo anterior sin perder de vista el sector turístico, en el que Dimas Gimeno está muy centrado, pero no en cualquier tipo de turismo, sino en el de compras, sobre todo procedente de Asia. De este modo, la empresa del triángulo verde hace campañas periódicas destinadas a los visitantes que tienen mayor poder adquisitivo, y así celebra con ellos el año nuevo chino o el ramadán en el caso de los musulmanes. Dos guiños que no pasan desapercibidos para estos clientes tan codiciados, a lo que añade las promociones en el extranjero para atraer clientes a su web internacional.
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