caso marsans
Presuntos testaferros de Díaz Ferrán se niegan a devolver 8 hoteles y 7 inmuebles
El hermano del expresidente de la CEOE y un empresario, que irán a juicio, se hicieron con el patrimonio a precios de saldo
Manuel Díaz Ferrán, hermano del expresidente de la patronal, y el empresario Jamal Satli Iglesias, señalados por la acusación como presuntos testaferros y colaboradores en el vaciamiento patrimonial de Marsans, no han pactado condena alguna, como sí ha hecho Gerardo Díaz Ferrán , por lo que irán a juicio a partir del próximo 9 de julio .
Manuel Díaz Ferrán se hizo con seis inmuebles en Madrid y Mallorca valorados en catorce millones de euros que eran orginalmente propiedad de su hermano, mientras que Jamal Iglesias se quedó con los hoteles del grupo Marsans, ocho en propiedad y otros diez en arrendamiento, que podrían ascender a decenas de millones de euros.
Los acreedores de Marsans, liderados por el abogado Daniel Jiménez , intentarán recuperar ese patrimonio, que se esfumó a partir del pacto entre Díaz Ferrán y socio, el fallecido Gonzalo Pascual, con el liquidador Ángel de Cabo.
En junio de 2010, Inversiones Grudisán, sociedad patrimonial de Díaz Ferrán, transmitió a una empresa controlada por De Cabo «de manera ficticia», según la acusación, cuatro locales en Madrid, dos lujosas viviendas en Calviá (Mallorca) y un chalet en Menorca . La sociedad del liquidador, Quatre Bras, se quedó la casa de Menorca y traspasó los otros seis inmuebles a una empresa propiedad del hermano de Díaz Ferrán, denominada Implementación de Proyectos. Una de las viviendas de Calviá fue vendida el 28 de agosto de 2012 por el hermano de Díaz Ferrán a tres ciudadanas rusas que pagaron 3,4 millones de euros . Así consta en el informe pericial entregado al juz por la acusación particular, que se nutre, principalmente, de los informes elaborados por los agentes de la UDEF
En cuanto a los hoteles, el esquema fue similar. Terminaron en manos de Jamal Datli, que se asoció con Ángel de Cabo. Hasta llegar ahí, varias sociedades del grupo Marsans que eran dueñas de los hoteles fueron vendidas, con todos sus activos, por el precio simbólico de un euro .
Los hoteles están funcionando y generando caja, por lo que los acreedores de Marsans intantan recuperarlo para aminorar sus pérdidas. La administración concursal cifró el agujero patrimonial de Marsans en 373 millones de euros.
Una de las joyas de la corona es el hotel Bluebay Grand Esmeralda, sito en la Riviera Maya (México). Como reveló ABC, la Caja de Ahorros del Mediterráneo concedió créditos por 115 millones de euros entre 2007 y 2009 a Díaz Ferrán para hacerse con este hotel, de 979 habitaciones en un terreno de 180 hectáreas. Marsans no pagó este crédito ni otros concedidos por la CAM, entidad a la que dejó un agujero total de 124 millones de euros . Lo terminamos pagando todos los contribuyentes, ya que la caja valenciana tuvo que ser rescatada con dinero público.