Solucionar la vida de los autónomos
Si los autónomos han sido los indudables protagonistas de la recuperación del empleo en España, facilitarles la vida es la mejor forma de seguir en la senda del crecimiento y de la creación de puestos de trabajo
Seguramente el titular parezca demasiado ambicioso e incluso utópico, pero no por ello debería dejar de ser una meta hacia la que seguir avanzando. El porqué es simple. Si los autónomos han sido los indudables protagonistas de la recuperación del empleo en España, facilitarles la vida es la mejor forma de seguir en la senda del crecimiento y de la creación de puestos de trabajo.
Si a los autónomos les va bien a España le va mejor. Ese axioma, al que tantas veces he aludido, y que esta crisis ha convertido casi en verdad absoluta, implica otra lectura. Para que España vaya mejor a los autónomos les tiene que ir bien. No es algo que se pueda hacer en 24 horas pero «solucionar la vida a los autónomos» no es inalcanzable, no supone obligatoriamente un alto coste a las arcas públicas y no es complejo. Hacerlo sólo requiere dos cosas, intención y un profundo conocimiento de su realidad. Se puede incluso reemplazar la segunda por algo más simple, saber escucharles.
Intención no ha faltado. Esta ha sido la legislatura en la que más se ha legislado a favor de los autónomos. Medidas, como la tarifa plana para emprender o los planes de pago a proveedores, serán recordadas, sin duda, como las que dieron el vuelco hacia la recuperación de la economía española. Medidas diseñadas por y para los autónomos y cuyo impacto en la creación de empleo ha sido, como poco, sorprendente.
¿Por qué no ir a más si funciona? Ahora hay margen para hacerlo. Y como decía antes no es tan difícil, ni tan caro, pero hay que empezar escuchando. Lo lógico es que si se busca un mayor impacto se incida en aquello que funciona. El periodo de la tarifa plana de 50 euros debería extenderse hasta un año y ampliarse a los autónomos societarios. Para consolidar los negocios y recompensar los esfuerzos de los autónomos que a duras penas han sobrevivido a la crisis, no es nada descabellado que se vuelva al 15% en las retenciones y se rebaje el IVA a aquellos artistas, entre otros como los peluqueros, que vieron cómo este impuesto aumentaba en 13 puntos porcentuales. Estas medidas que aparentemente suponen un coste, a medio-largo plazo sólo supondrán más recaudación para el fisco y la Seguridad Social, como ya ha demostrado la tarifa plana.
El problema de la morosidad, se soluciona haciendo lo mismo que ha hecho la Seguridad Social con los ciudadanos, un 20% de recargo automático, no negociable, para cualquier factura que se pague fuera del plazo legal establecido, sea el pagador una administración o una empresa.
Como de lo que se trata es de facilitarle la vida al autónomo, y hoy la Administración tiene unos sistemas telemáticos eficientes, lo lógico es que las altas y las bajas al RETA que se producen en el curso de un mes, no conlleven pagar el mes completo de cotización. Suena terrible pero hay autónomos que pagan el mes después de muertos. Si bien hay que plantear una reforma del RETA en profundidad, creo que permitir que los autónomos adecuen su base de cotización trimestralmente, podría ser un primer gran paso.
En cuanto a cómo ayudar a aquel que fracasa, yo diría simplemente no discriminándolo. No puede haber «parados de primera» y «parados de segunda», así es que lo lógico es que al que tras fracasar se le agote la prestación por cese de actividad, se le ayude con 426 euros, al menos durante seis meses. Tampoco es lógico, que una ley de «segunda oportunidad» para autónomos personas físicas no se incluyan los créditos públicos, que son las deudas que suelen condenar a la economía sumergida de por vida a los fracasan y que, además, si se contemplan en los concursos a sociedades. Y como su nombre indica, pero su contenido no contempla, la segunda oportunidad debe ser poder reemprender y una forma de ayudarles a hacerlo es que también puedan beneficiarse de la tarifa de 50 euros.
Y por último, aunque hay muchas más, sólo esperamos poder tener voz propia para contarlas. Anacrónicamente el lugar de los autónomos en el diálogo social se está ganando antes en Europa que dentro de nuestro propio país.
Fomento, consolidación, no discriminación y diálogo. Esos son los cuatro ejes para solucionar la vida a los autónomos. Como dice una buena amiga, la solución suele ser siempre la más sencilla y si no lo es hay que hacerla sencilla.
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