El Gobierno insta a la banca a eliminar todas las cláusulas suelo de las hipotecas
Recomienda a las entidades quitarlas de los contratos a cambio de vincular al cliente con otros productos
El Gobierno quiere acabar con todas las cláusulas suelo, y así se lo ha hecho saber al sector bancario español. Y no sólo quiere que desaparezcan para los ciudadanos con este tipo de hipotecas que se acojan a la Ley de Segunda Oportunidad, recientemente aprobada. Pretende que durante este año los bancos que aún mantengan esta cláusula para alguno de sus clientes terminen por eliminarlas, a cambio de vincularles con otros productos financieros, con el objetivo de aminorar el impacto sobre sus cuentas, además de que es una forma para que ambas partes pierdan lo menos posible, si bien la gran banca (no BBVA, que las anuló, ni Santander, que nunca las comercializó) prevé que el impacto en sus cuentas no sería excesivo.
Según ha podido saber ABC, esta «recomendación» del Gobierno -es sólo una recomendación porque no prevé legislar- no ha sentado muy bien entre los financieros que aún mantienen este tipo de hipoteca, porque, si bien saben que lo que se está cuestionando son algunas prácticas de venta, «es altamente improbable que el conjunto de estas fueran o sean constitutivas de abuso», aseguran fuentes financieras. Mientras tanto, las mismas fuentes explican que las entidades que aún mantienen este tipo de contratos que no resultan «abusivos» ya dan soluciones personalizadas a aquellos clientes que consideren y demuestren que no hayan sido debidamente informados en el proceso de contratación.
Los supuestos en los que las cláusulas suelo resultan abusivas son aquellos en las que se pueda probar que los bancos no hayan proporcionado al cliente información completa sobre su contenido e implicaciones económicas. Legalmente solo se considera cláusula abusiva si se cumple alguno de estos supuestos: existe suelo, pero no techo, o bien el techo es inasumible por excesivamente elevado. Es decir, si el banco se blinda contra un Euribor bajo pero no protege al usuario contra posibles subidas. Y si en la oferta vinculante (las condiciones finales que el banco propone al usuario para firmar la hipoteca) no se menciona el interés suelo o si esta no está firmada por el cliente.
En cualquier caso, el Gobierno ya ha lanzado su primera ofensiva contra las cláusulas suelo con el decreto-ley de Segunda Oportunidad convalidado por el Congreso con los votos del Partido Popular el pasado 12 de marzo. Según la nueva norma, las cláusulas suelo desaparecerán temporalmente para todos los que se acojan a la segunda oportunidad y definitivamente para aquellos potenciales beneficiarios del código de buenas prácticas.
Ley de Segunda Oportunidad
A finales de febrero, el Consejo de Ministros decidió eliminar las cláusulas suelo a los colectivos más vulnerables, pero también dio la posibilidad de que otros particulares tengan una segunda oportunidad y cuenten con un plan para reestructurar sus deudas. Dicho plan se alarga durante un período de cinco años, en el que las hipotecas pasan a tener un interés de Euribor a un año más 0,25 puntos porcentuales, lo que supone de hecho eliminar durante ese tiempo cualquier cláusula suelo -que impiden que el hipotecado se beneficie de las bajadas del Euribor- que pueda incluir su préstamo hipotecario.
Fuentes financieras explican que los bancos que aún mantienen las cláusulas suelo opinan que aquellas que estén dentro de la legalidad no tendrían que eliminarse, si bien en muchas ocasiones prefieren llegar a algún acuerdo con el cliente en lugar de seguir enfrentándose a litigios por estas disposiciones contractuales, que en muchos casos pierden.
De hecho, desde que estas condiciones comenzaran a ser polémicas y «socialmente rechazadas» los bancos ya habían optado por no incluirlas en las nuevas hipotecas. A cambio, algunas entidades optaron por aumentar los diferenciales que se aplican sobre el Euribor.
La eliminación de todas estas cláusulas que aún están en vigor tendría un impacto de 780 millones de euros para la banca española, según cifra un informe de Société Générale. Los analistas que siguen al sector financiero español admiten que una nueva oleada de sentencias podría poner en peligro de nuevo la credibilidad recuperada en los dos últimos años por la banca española y su capacidad de generar beneficios, sobre todo para las entidades de menor tamaño, en un entorno para hacer banca cada vez más concentrado.
Impacto sobre la banca
Según este informe, Liberbank sería la entidad más afectada por el efecto en su margen de intereses (la diferencia entre lo que ingresa por dar créditos y lo que paga por captar depósitos), con un impacto del 18,1%. Le seguirían Sabadell, Caixabank (heredadas sobre todo al absorber Banca Cívica y Caixa Girona) y Popular, si bien otros expertos señalan también a Kutxabank, BMN y Unicaja. Bankia, con una imagen seriamente dañada por las preferentes, comenzó en 2013 a eliminar progresivamente sus cláusulas suelo, eso sí, analizando con cada cliente condiciones particulares.
BBVA fue la primera entidad que decidió, tras la sentencia del Supremo de mayo de 2013, eliminar todas las cláusulas suelo que tenía en su cartera hipotecaria, asumiendo un impacto negativo de cerca de 300 millones de euros en su cuenta de resultados.
En el último año, las entidades financieras españolas han perdido cerca del 90% de las demandas en los juzgados y en las audiencias provinciales. Los bancos consultados coinciden en que la sentencia de mayo de 2013 del Tribunal Supremo en la que condenaba al BBVA, Cajamar y Novagalicia por tener cláusulas suelo abusivas cambió totalmente el panorama.
El Banco de España calcula que un tercio de todas las hipotecas tienen cláusulas suelo, unos 3,5 millones de préstamos con estas condiciones, tanto de particulares como empresas.
Noticias relacionadas