Los BRIC moderan su vuelo
Después de diez años de crecimiento, las economías emergentes frenan su velocidad de crucero. Rusia y Brasil, los más afectados
Cuando una parte de la economía del planeta se hundía junto a Lehman Brothers en 2008, la actividad en Brasil parecía vivir un eterno carnaval. Pese a que en 2009 se contrajo un leve 0,3%, en 2010 el gigante iberoamericano crecía ya a ritmo del 7%. Mientras, Europa comenzaba una época de crisis de deuda soberana y rescates. Era el colofón a la década dorada de los llamados BRIC, acrónimo que acuñó el director de Economía Global de Goldman Sachs, Jim O’Neill, para señalar en 2001 a los nuevos colosos del crecimiento: Brasil, Rusia, India y China. Un grupo al que se uniría en 2011 Sudáfrica, al que acogieron en el Foro de Davos.
En los diez primeros años del milenio este club que alberga a más de la mitad de la población mundial creció un 7,9%. Ahora las tornas han cambiado y el nuevo ambiente se palpó en el pasado Mundial de Brasil. En lo que iba a ser una gran celebración del gigante iberoamericano, el pasado mes de junio Brasil inauguró la Copa del Mundo de Fútbol en plena recesión y con el eco de las protestas en las calles de banda sonora. «Maracanazo económico».
El crepúsculo parece llegar a esta era de crecimiento disparado. Si bien el club de países abraza economías muy diferentes, hay algunos motivos comunes para este frenazo. Uno de ellos es la apreciación del dólar, que desde mayo ha ganado un 40% al euro. «La deuda de los países emergentes está contraída en dólares. Al apreciarse el billete verde frente a sus monedas locales, las facturas son más difíciles de pagar. Esto provoca quiebras de empresas de estos países y es el efecto más peligroso», describe Mario Weitz, consultor del Banco Mundial, exconsejero del FMI y profesor de ESIC. Este fenómeno ha ido a rebufo de la retirada de estímulos de la Reserva Federal estadounidense. La previsible subida de tipos de interés de la Fed hace pensar que el dólar continuará al alza.
Sin embargo, el sol se pone más para algunos BRIC que para otros. Mientras China parece que tendrá un crecimiento del 6,8% este año e India arroja un 8%, Rusia ha comenzado 2015 en recesión y Brasil cree que repuntará un leve 0,8%. La menor demanda de materias primas -sobre todo de China- ha golpeado a dos gigantes como Brasil y Rusia, que dependen en gran medida de ello, incide Miguel Otero, investigador principal del Real Instituto Elcano. Ambos países -productores de crudo- también arrastran la bajada del precio de petróleo espoleado por el aumento de la producción de oro negro de Arabia Saudí. En la última revisión de sus previsiones económicas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó sus perspectivas de crecimiento para todos los países emergentes del 4,9% al 4,3% y el que viene del 5,2% al 4,7%. El propio O’Neill en su libro «El mapa del crecimiento» (2011) señalaba como sucesores de los BRIC a otros países como Vietnam o Bangladesh -los llamados «Next Eleven»-.
A pesar de la menor velocidad, su crecimiento continuará doblando al de las economías desarrolladas, que en 2015 repuntarán un 2,4% por ciento según el FMI gracias sobre todo a EE.UU. Puede que Brasil y el resto de los BRIC ya no crezcan a golpe de samba, pero continúan moviendo las caderas a ritmo de bossa nova.
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