Los requisitos del regulador frenan la venta de Canal+ a Telefónica
Industria pide que la regulación de la fibra concilie competencia e inversión
Telefónica se situó el pasado mayo a sólo un paso de tomar el control de Digital+, de la que posee el 44%, al acordar la compra a Prisa de su 56% en la plataforma de televisión de pago . La operación, sin embargo, se ha atascado en la fase de aprobación por el regulador, según fuentes conocedoras de la misma. Y es que las condiciones para compartir esos contenidos audiovisuales con la competencia que quiere imponer la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a la compañía presidida por César Alierta hacen que la adquisición sea ahora menos atractiva para la «teleco».
Competencia, que preside José María Marín Quemada, pretende que el grupo alquile al resto de operadores, como Vodafone y Orange, y a un precio regulado los canales de esa plataforma, que incluye Canal+, para que estos a su vez los puedan comercializar a sus clientes. Es habitual que el organismo imponga obligaciones de acceso mayorista al comprador en los casos en que alcance una cuota muy elevada, y Telefónica obtendría el 80% del mercado de la televisión de pago por ingresos y el 67% por usuarios al hacerse con el 100% de Digital+.
El planteamiento de la CNMC es que Telefónica tendría incluso que compartir paquetes de canales listos para la venta creados por ella y canales temáticos propios como Canal+ Series o los futuros que plantea elaborar en la misma línea, y de los que se quiere reservar la exclusividad al menos durante cierto periodo. Una propuesta que en esos términos resultaría inaceptable para la compañía, que ve en esta operación una fórmula para diferenciar su oferta de la de sus rivales.
Telefónica, como han manifestado en público sus directivos, no quiere ser «una central de compras de contenidos» para sus rivales. Así, y mientras Competencia y el resto de operadores justifican su postura de condicionar la transacción por la cuota de mercado de televisión de pago que alcanzaría Telefónica, el grupo esgrime que, a diferencia de otros países, la penetración de este tipo de televisión en España es sólo del 20% , y que además va a competir con grupos -Atresmedia y Mediaset- que no computan para el regulador al considerarse televisión en abierto pese a ser privados. De hecho, el primero ya le arrebató los derechos de la UEFA Champions League hasta 2018.
La CNMC ha llevado la operación a una segunda fase de análisis y mantiene abierto el periodo de alegaciones, antes de tomar una decisión. Telefónica está dispuesta a negociar el alquiler de sus contenidos con otros operadores, pero no en los términos regulados.
5.000 empleos «digitales»
La adquisición de Canal+ no es la única batalla que libra Telefónica con la CNMC, que también quiere obligarle a compartir su red de fibra, propuesta de regulación contra la que presiona el PP. «La posición del Gobierno es que tiene que haber compatibilidad entre garantizar la competencia y preservar el ritmo de inversión en infraestructuras», dijo ayer el ministro de Industria, José Manuel Soria, tras firmar un acuerdo de colaboración con el presidente de Telefónica, César Alierta.
El convenio supone impulsar el proyecto «España Open Future» de Telefónica, con el cual viene apoyando la creación, financiación y consolidación de «startups» y empresas digitales , y en el que se engloba la incubadora de proyectos de la «teleco», Wayra. Hasta la fecha, este programa ha invertido más de cinco millones de euros en 500 empresas y contribuido a la creación de más de 5.000 empleos.
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