Iberia y Air Europa dicen que no hay margen para bajar los billetes
Iberia y Air Europa dicen que no hay margen para bajar los billetes
La ministra de Fomento, Ana Pastor, concretó ayer la fecha (próximo jueves, 22 de enero) en que se reunirán con el sector aéreo y las navieras para abordar, como solicita el Gobierno, la bajada de los precios de los billetes en línea con la intensa caída del importe del petróleo. La máxima responsable de infraestructuras y transporte del Ejecutivo clarificó su postura y los pasos que va a tomar después de que las organizaciones empresariales del sector aéreo , como la Asociación de Compañías Españolas de Transporte Aéreo (Aceta), se apresuraran a advertir, al poco tiempo de anunciarse la cita, de que un descenso al unísono de los precios puede ser interpretado como «una posición de cártel».
La propuesta ha sido acogida con extrema frialdad, no solo por parte de las asociaciones corporativas, sino por las propias empresas, que sin aparcar por completo la diplomacia que suele presidir las relaciones entre el Estado y el sector empresarial, han mostrado abiertamente sus discrepancias.
«Lo que se puede transferir al cliente no es tanto», señaló ayer Luis Gallego, presidente de Iberia, quien recordó que las compañías aéreas suelen firmar seguros de cobertura, de manera que «lo que pagan a día de hoy es un precio que pactaron hace tiempo», explicó, para recordar a continuación que la rentabilidad de las compañías aéreas «no llama la atención».
Por su parte, el presidente de Globalia (Air Europa), Juan José Hidalgo, que anunció el pedido de 14 aviones Boeing 787-9 Dreamliner con un valor superior a los 3.000 millones de euros, no prevé bajadas de los precios tras las rebajas aplicadas en los últimos años, que considera vertiginosas. «No tenemos una varita que diga lo que se debe cobrar en cada ruta», zanjó.
La titular de Fomento, en una entrevista en RNE, subrayó que el aéreo «es un mercado libre y son las compañías son las que fijan los precios». La actuación de la Administración, por tanto, se ciñe al papel de «regulador» del sector. El Ejecutivo recordará a las compañías el «esfuerzo» realizado por la Administración para congelar las tarifas aeroportuarias (que permanecerán invariables durante los próximos 10 años) y la reducción de los precios del AVE y les solicitará «su colaboración» para que repercuta en la «economía real» el descenso crudo, que en 2014 se ha abaratado un 50%.
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