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El arte y negocio de «adornar» a las mujeres

De una tienda en los 80, a 17 franquicias hoy por toda España y con vistas a crecer en el mercado exterior

El arte y negocio de «adornar» a las mujeres abc

mª j. p./ s. a.

«Empresaria a la fuerza». Son palabras de la propia Teria Yabar —firma de moda y complementos que viene de su nombre de pila Euleuteria Yabar—, que definen perfectamente sus inicios, como el de millones de emprendedores españoles que deciden poner en marcha una idea de negocio prácticamente en soledad y sin ayudas, ni públicas ni privadas.

La historia de Teria es una historia que se repite pero que no siempre acaba en éxito. En este caso, sí. Una historia de superación entre las cada vez más mujeres emprendedoras en España, cada vez más integradas en un mundo que parecía estar destinado solo a los hombres.

Teria Yabar es hija de españoles que fueron a trabajar a Francia. Allí pasó su infancia y primera juventud. Estudió en la Sorbona Lenguas Extranjeras Aplicadas aunque anhelaba dedicarse a la moda. Y pasaría un tiempo hasta que lo consiguiese... En 1982 viene a España de vacaciones y se queda.

Comienza entonces su época como docente hasta que a mediados de los 80 abre su primera tienda en León. «Mis dibujos infantiles representaban reiteradamente princesas con vestidos elaboradísimos y enjoyadas hasta los dientes. Un sueño que, hoy, puedo decir que he hecho realidad. Sin embargo, he de reconocer que no estudié nada relacionado con la moda. En mi mundo entonces había que dedicarse a algo más convencional, más “serio”», rememora Tería Yabar. Entonces dedicaba la mayor parte de su vida a viajar a París y Milán para adquirir ropa y venderla en su única tienda.

En 1996 se traslada a Madrid con sus hijos. Y en 2005 decide dar el paso: comienza a diseñar y viajar a Asia para completar el trabajo y ejecutar sus creaciones. Se lanzó con su hija, Elsa, al diseño y la fabricación de una línea de accesorios, sobre todo de bisutería. «La acogida entre mis clientes fue buenísima desde el primer momento porque proponía un producto nuevo, exclusivo, a buen precio. Pronto quisimos tener las mismas características con la ropa, por eso empezamos tímidamente a crear una línea en la que estamos ahora metidas de lleno por la buena aceptación que tiene. Así creamos una imagen completa Teria Yabar con ropa, accesorios... todo combinado para formar una colección completa y personal, para adornar, en el buen y má amplio sentido de la palabra, a las mujeres».

De la noche a la mañana, como si apenas hubiera transcurrido un instante desde su infancia, Yabar se convierte en la diseñadora que es hoy. Con tienda propia también en Claudio Coello, 56 (en Madrid, como epicentro de su territorio de marca ), la firma cuenta ya con 17 tiendas abiertas. Pero bajo el modelo de la franquicia. En breve serán dos más, Palma de Mallorca y Zaragoza, que están en construcción y pendiente de llegar a un acuerdo con los futuros propietarios. «Nuestras tiendas no son realmente franquicias, el candidato propietario a una de nuestras tiendas necesita un local situado en la zona más comercial de su ciudad. Pone la imagen corporativa y compra a razón de lo que vende, no se les obliga a máximos. Van comprando poco a poco durante toda la campaña. Yo les gestiono el stock, no tienen que pagar ningún tipo de arancel o royalty para conseguir la firma ni participan en el presupuesto de publicidad, sólo compran la mercancía y la papelería, todo a precio de coste», explica.

A pesar de ser una empresa asentada y de llevar tiempo dentro de la industria, su fiel clientela percibe que sigue creando sus colecciones con el mismo entusiasmo que el primer día. «Hace cuatro años que abrimos un punto de distribución en París, confiaba que mi producto encajaría con la clientela internacional que acude al mercado galo. Así fue, empecé con los complementos y luego seguí con la ropa, que está teniendo la misma aceptación. Esto supone ya un 30% de mi facturación», explica. Teria Yabar es hoy alta bisutería -pendientes, collares, brazaletes, etc- y prendas de vestir, que no dudan en lucir las más variadas «celebrities». Su proyecto más inmediato: una colección de zapatos. «Lo único que nos faltaba», concluye.

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