Fitch degrada el «rating» a Francia por la falta de reformas y su debilidad económica

París ha agotado el tiempo de los ultimátums sin abordar las medidas estructurales y de consolidación fiscal que necesita la economía francesa. La agencia Fitch ya avisó el pasado octubre al Gobierno de François Hollande que rebajaría la calificación crediticia de la deuda soberana gala si no acometía reformas profundas. Anoche decididó rebajarlo un escalón el «rating», de «AA+» a «AA» con perspectiva estable, alejándose por tanto cada vez más de la calificación de sobresaliente o «triple AAA» que perdió hace poco más de un año.

Tanto las agencias de calificación como la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) vienen presionando al Ejecutivo galo para que de una vez por todas afronte los compromisos asumidos en materia fiscal y de reformas económicas. Bruselas ha tenido que concederle de hecho una tercera prórroga para el cumplimiento de sus objetivos de déficit público , a cambio eso sí de un plan detallado de ajustes, con los que París prevé reducir ese desfase en las cuentas públicas al 4,1% del PIB.

«No serán suficientes para cambiar de forma significativa las proyecciones de Fitch sobre la dinámica de la deuda gubernamental francesa», ha valorado la agencia en su comunicado, en el que describe una suerte de espiral negativa en la que se encuentra Francia. «Se espera que la economía francesa crezca menos que la media de los países de la Eurozona por primerz vez en cuatro años», augura, explicando además que ese menor crecimiento afectarán a la consolidación fiscal y la estabilización del nivel de deuda pública, que podría alcanzar el 98% del PIB.

El Gobierno de Hollande, a través del ministro de Finanzas, Michel Sapin, respondió a la decisión de Fitch garantizando que aboradará las «reformas necesarias para reforzar el creciiento y para hacer más competitivas a las empresas». Con este mensaje París trata de calmar a agencias, mercados y autoridades comunitarias, que han puesto bajo lupa tanto a Francia como a Italia, dos de las grandes economías europeas pero cuya debilidad están a día de hoy entorpeciendo la ansiada recuperación del Viejo Continente.