El «suelo» del 0,25% evitará la caída de las pensiones

Habrían bajado si se hubiese aplicado el nuevo Índice de Revalorización. Ahora la pensión máxima queda en 2.561 euros y la mínima en 634,5 euros

El «suelo» del 0,25% evitará la caída de las pensiones VANESSA GOMEZ

susana alcelay

El nuevo año está a la vuelta de la esquina y con 2015 llega la subida de las pensiones. El próximo 1 de enero más de 9 millones de pensionistas percibirán un incremento en sus rentas del 0,25% ¿Mucho o poco? Según el Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP) es más de lo que dice la norma. Si el Gobierno hubiera aplicado de forma mecánica el resultado de esta compleja fórmula matemática aprobada cuando se reformó el sistema, las pensiones tendrían que haber bajado. No ha sido así debido a que la propia ley fija que, como mínimo, las pensiones subirán un 0,25% cada año, independientemente de los precios.

La subida aplicada en enero tendrá un coste para las arcas de la Seguridad Social de 271,8 millones , un 3% más respecto al año en curso, y dejará la pensión máxima de jubilación en 2.560,9 euros mensuales y la mínima en 634,5 euros al mes. Así, un pensionista de 65 años o más sin cónyuge cobrará en 2015 un mínimo de 634,5 euros al mes como jubilación, 1,6 euros más que el año pasado. Si el jubilado tiene cónyuge a su cargo cobrará 782,9 euros al mes (el año pasado eran 780,9 euros) y si tiene cónyuge pero no a su cargo, cobrará 601,9 euros.

2015 será el primer ejercicio en el que se aplicará el nuevo Índice que incluye la reforma, aunque ya este año, por decisión del Ejecutivo, las pensiones dejaron de actualizarse con el IPC, tal como ocurría desde comienzos de los años noventa, y subieron también un 0,25%.

En años anteriores la inflación interanual registrada en el mes de noviembre servía para ajustar el alza aplicada en enero con el fin de que los pensionistas no perdieran poder adquisitivo . Una paga percibida en el mes de enero del ejercicio siguiente compensaba de las posibles desviaciones al alza de los precios. El fuerte impacto en las cuentas públicas de esta revalorización hizo que el Ejecutivo desterrara esta fórmula y la sustituyera por el indicador que se aplicará en enero, en el que se tiene en cuenta la salud del sistema.

El Índice de Revalorización es un complejo indicador que tiene en cuenta factores como la cuantía de la pensión media por el efecto sustitución (la diferencia entre las pensiones que causan baja y las nuevas que entran en el sistema), el número de pensiones, los ingresos contributivos y el gasto en pensiones. La combinación de todos estos factores determinará el alza de las prestaciones públicas cada ejercicio.

Época de «vacas gordas»

El objetivo que persigue la reforma de pensiones es que la revalorización sea compatible con el equilibrio presupuestario de las cuentas públicas a lo largo del ciclo. Es decir, que periodos de crisis se compensarían con periodos de expansión de la actividad económica. Esta fórmula tiene dos límites: esa revalorización mínima garantizada del 0,25% anual para evitar que en las malas épocas, como la actual, las pensiones bajen y una subida máxima del IPC más el 0,5% que se aplicará en épocas de bonanza económica, de «vacas gordas».

Poder adquisitivo

¿Las pensiones entonces nunca bajarán? Nunca lo harán en términos nominales, aunque sí podrán hacerlo en términos reales. Si la inflación sube por encima del 0,25%, las pensiones perderán poder adquisitivo durante los tiempos de mayores dificultades de la Seguridad Social, pero, como contraprestación, el sistema estará más saneado y será más sostenible. Dicho en otros términos, la revalorización de las pensiones se confía a la marcha de la economía , y no a la evolución del IPC, como siempre ha ocurrido en España.

Gastos al alza

Modular la revalorización de las pensiones no es un asunto menor para el sistema de protección social, teniendo en cuenta que los gastos no paran de crecer porque cada vez hay más pensionistas y acceden al sistema con pensiones cada vez más elevadas. La nómina de pensiones contributivas de la Seguridad Social ascendió el pasado mes de noviembre a 8.104,92 millones , un 3,1% más que en el mismo mes del año 2013. De la cantidad total, más de dos tercios se dedican a pagar pensiones de jubilación (5.636,8 millones).

El resto es para pensiones de viudedad (1.473,53 millones de euros), incapacidad permanente (851,9 millones), orfandad (122,96 millones) y pensiones a favor de familiar (19,68 millones). La partida global se ha incrementado en un 3,1% en el último año, mientras el número de prestaciones reconocidas ha crecido el 1,4%.

En conjunto, la Seguridad Social sufraga 9.257.263 pensiones contributivas . La pensión media del sistema es de 875,52 euros al mes. En concreto, la cuantía media de la pensión de jubilación es de 1.006,29 euros mensuales, por incapacidad permanente, se sitúa en 917,71 euros y la pensión media de viudedad asciende a 625,76 euros.

De nuevo se abre la «hucha»

Esta semana el Gobierno volvía a recurrir a la «hucha de las pensiones» para hacer frente a las dos nóminas que este mes recibirán los pensionistas, la ordinaria y la extraordinaria de Navidad, entre ambas más de 16.000 millones. El importe retirado esta vez del Fondo de Reserva ha sido de 8.000 millones, lo que eleva ya a 24.139 millones la cantidad retirada del Fondo de Reserva desde 2012, año en el que se produjo la primera disposición desde su creación en el año 2000. Desde entonces el Fondo ha generado rendimientos netos que ascienden a 21.843,48 millones , de los que 2.652,92 millones corresponden a 2014

La «hucha de las pensiones» comenzó a tomar forma en 1995 tras una recomendación del Pacto de Toledo, aunque no fue hasta 2000 cuando se constituyó con una primera aportación de 601 millones. En los mejores momentos llegó a tener 70.000 millones; hoy, tras una de las peores crisis de la historia, tiene 42.676 millones, el 4,07% del PIB.

En los últimos años de crisis la «hucha» está cumpliendo simplemente la misión para la que fue creada ; un colchón de emergencia para cuando los ingresos presupuestarios (cotizaciones sociales) no dieran de sí para poder pagar las pensiones públicas, como ha ocurrido en los dos últimos ejercicios. El Gobierno solo está ganando tiempo para que comiencen a dar resultado las dos reformas de pensiones puestas en marcha.

Mil cotizantes al día

De momento, noviembre ha sido bueno, lo que nunca ha ocurrido antes. La afiliación a la Seguridad Social creció en 5.232 cotizantes. Es la primera vez que lo hace en este mes desde que comenzó la crisis y cierra así un año en el que se han afiliado más de 1.000 nuevos cotizantes en la Seguridad Social cada día: 402.209 en un año que elevan la cifra media total hasta los 16,7 millones.

El «suelo» del 0,25% evitará la caída de las pensiones

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