El eje París-Berlín se reactiva por Juncker

El presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker ha propuesto un plan de inversiones para los próximos tres años y el eje París-Berlín quiere ser el motor europeo de dicho plan. Juncker propone un aporte de 21000 millones como palanca para movilizar quince veces más: 315500 millones a través de un Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas –operativo a mediados de 2015– y que será gestionado por el Banco Europeo de Inversiones. Alemania y Francia quieren respaldar la iniciativa con proyectos concretos a definirse hasta mediados de diciembre , así lo han asegurado el martes en un encuentro celebrado en Berlín entre los ministros de Finanzas de ambos países, Wolfgang Schäuble y Michel Sapin, y los de Economía, Sigmar Gabriel y Emmanuel Macron.

En la reunión, en la que también participaron el presidente del Bundesbank Jens Weidmann y su homóloga francesa Anne Le Lorier (Banque de France), se ha acordado que es necesario apoyar el crecimiento y la confianza en la zona euro con políticas fiscales y estructurales favorables al crecimiento: «Nuestro tema central hoy fue cómo lograr un crecimiento a largo plazo en una situación geopolítica que no es fácil y cómo lograr más inversiones» , ha indicado Schäuble en una comparecencia conjunta de los ministros y banqueros ante la prensa. «Respaldamos la iniciativa de Jean-Claude Juncker y hasta mediados de diciembre queremos tener una lista de proyectos de inversión concretos», ha sentenciado Schäuble a lo que su homólogo francés ha asentido repitiendo: «Queremos proyectos concretos franco-alemanes, queremos un crecimiento fuerte», ha dicho Sapin.

Gabriel, por su parte, ha señalado que un campo específico en el que puede haber una cooperación fructífera entre ambos países es el de la electromovilidad, donde actualmente Europa depende casi por completo de la producción de baterías en Asia: «La industria automovilística alemana y francesa puede desarrollar las baterías eléctricas de la próxima generación» ha explicado el ministro alemán de Economía y Vicecanciller. Macron, por su parte ha hablado de la necesidad de definir una agenda de convergencia para alcanzar las metas europeas: «se trata ante todo de la modernización de nuestra economía. Queremos mejorar la demanda, la competitividad y el crecimiento», ha insistido Macron aclarando que la clave es «financiar proyectos que a largo plazo potencien el crecimiento».

Sobre las desaveniencias entre alemanes y franceses en torno a la crisis económica, Sapin ha zanjado el tema con un «No estamos aquí para darnos malas calificaciones unos a otros, sino para trabajar por el bien de Europa». Gabriel, por su parte ha insistido en que «Si los proyectos son buenos aparecerán fondos. Lo que necesitamos son proyectos que convenzan a la gente de que son beneficiosos a largo plazo para todo el continente y que su efecto no va a ser sólo a corto plazo» : «No se trata de crear fuegos fatuos para que un par de personas salgan unos meses de las estadísticas del paro trabajando en la construcción», ha advertido Gabriel.