La caída del crudo a menos de 80 dólares permitirá a España crecer un 0,4% más
Economía calcula que los precios del petróleo recortarán tres o cuatro décimas el IPC y reducirán 6.000 millones el déficit comercial
El precio del petróleo continúa su imparable caída y ayer el barril de crudo Brent cerró por debajo de los 78 dólares , algo que no ocurría desde septiembre de 2010.
La caída de la demanda mundial, por el frenazo de las economías europeas y también de las emergentes pero, sobre todo, el aumento de la oferta, ante la aparición de nuevas técnicas de obtención de petróleo, como el «fracking», explica, según los expertos, este comportamiento del precio del crudo. En otras épocas de desaceleración de la economía mundial y descenso de la demanda , los países exportadores de crudo habían recortado la producción para mantener los precios. Ahora no lo hacen para evitar que el petróleo obtenido con el fracking sea más barato que el tradicional.
Y este abaratamiento del precio del petróleo está teniendo ya un impacto positivo en la economía española. Según cálculos del Ministerio de Economía a los que ha tenido acceso ABC, la caída del precio del crudo al entorno de los 80 dólares por barril, frente a los 107 de media que ha registrado en el último año (octubre 2013-septiembre 2014), se traducirá en cuatro décimas más de crecimiento para la economía española.
Pero el impacto no se limita solo al PIB. España es un país con una enorme dependencia energética. La factura de petróleo asciende cada año a 40.000 millones de euros. Esta factura energética es más de lo que gastan todos los Ministerios juntos, y absorbe más de cuatro mensualidades de las nóminas de las pensiones.
El impacto de la caída del precio del crudo en esta factura energética será, según el Departamento que dirige Luis de Guindos de unos 6.000 millones de euros. O lo que es lo mismo, el déficit de la balanza comercial española se reducirá en esa misma proporción, seis décimas del PIB. Se trata de rentas que transferíamos a los países productores de petróleo y que ahora se quedan en nuestro país.
Impacto de los combustibles
El tercer impacto sobre la economía es el que se refiere a la inflación. Aunque la caída del precio del crudo no se traduce íntegramente en una rebaja de los precios de los combustibles, estos éstos también se reducen. Según los cálculos del Ejecutivo, por cada euro que baja el precio del petróleo, el de las gasolinas y gasóleos lo hace en treinta céntimos, es decir solo se traslada el 30% de la caída del Brent. La causa, apuntan los expertos, es que buena parte del precio final de las gasolinas son impuestos fijos y, por tanto, a los que no afecta la evolución de la cotización del crudo. Pero, además, la Comisión Nacional de Competencia ha denunciado en varios informes el elevado margen de las petroleras españolas, que provoca que los precios antes de impuestos de los combustibles sean más altos en nuestro país que en otros socios europeos.
Además, Competencia también denuncia el fenómeno cohete-pluma. O lo que es lo mismo, cuando el precio del petróleo sube, las petroleras lo trasladan de manera inmediata a los combustibles, sin embargo, cuando bajan el descenso es mucho más lento.
Inflación de octubre
Pese a todo, los precios de los combustibles han bajado de media en el entorno del 7% en el último año. Y esto se traduce, según las estimaciones del Ejecutivo, en tres o cuatro décimas menos de inflación. De hecho, en los últimos meses, las tasas negativas del IPC se deben, en parte a este comportamiento de los combustibles.
Ayer mismo, el Instituto Nacional de Estadística hizo públicos los datos definitivos de inflación del mes de octubre, que reflejan una caída de precios de una décima en el último año. Con el decrecimiento registrado en octubre, los precios acumulan ya cuatro meses a la baja, algo sobre lo que ha influido el comportamiento de la energía, principalmente del petróleo, que acumula una caída del 30% desde junio. Así, los precios de carburantes y lubricantes cayeron el pasado mes un 2,7%.
La caída del precio del petróleo ha quedado, no obstante, atenuada, por la depreciación del euro. En este sentido, los cálculos realizados por el Ministerio de Economía, tienen en cuenta un abaratamiento del crudo en euros del entorno del 20%, cuando en dólares la caída es mucho más abultada. Desde el pasado mes de junio, cuando el Brent cotizó a 115 dólares, es descenso es del 32%.
Pero la caída del euro también es positiva para la economía española. Un euro más débil permite a los productos españoles ganar competitividad frente a los del área dólar, lo que facilitará las exportaciones de los productos españoles. De hecho el ministro de Economía, Luis de Guindos, cifró el pasado miércoles en el Senado entre 0,5 y un punto, el mayor crecimiento económico que puede derivarse de la combinación de un euro débil con un precio del petróleo a la baja. Este mayor crecimiento compensaría, con creces, según el ministro, el impacto en España de la desaceleración de las economías europeas. De ahí que el Gobierno, pero también el consenso de analistas de Funcas, mantengan que España crecerá el próximo año un 2%.
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