La Reserva Federal elimina los estímulos y vincula el alza de tipos a la inflación
La Fed deja de comprar activos, tras haber creado 3 billones de dólares en seis años
La Reserva Federal de Estados Unidos anunció este miércoles que da por concluidos sus programas de estímulo comenzados en 2008 a raíz de la crisis económica, por lo que ya este mes dejará de comprar bonos y otros títulos financieros. Durante estos seis años, la Fed creó nuevo dinero para comprar alrededor de 3 billones de dólares en bonos . En el último año la compras mensuales habían comenzado a ser recortadas paulatinamente.
Esto deja al banco central estadounidense ante el siguiente paso, en sus funciones de ayudar al aumento del empleo y lograr los objetivos de inflación: la subida de los tipos de interés, anclados desde el estallido de la crisis entre el 0% y el 0,25%. La Fed mantuvo ese precio e indicó que seguirá así por «considerable tiempo», si bien el incremento podría avanzarse si los datos de inflación mejoran.
El Comité de Mercado Abierto de la Fed consideró «acertado mantener esos tipos por un tiempo considerable después de terminar el programa de compra de activos, especialmente si la proyectada inflación continúa por debajo del objetivo del 2%». No obstante, añadió que «si nueva información indica un progreso más rápido hacia los objetivos de empleo e inflación de los que este Comité espera ahora, entonces incrementos de los tipos federales ocurrirían más pronto que en estos momentos se anticipa». También abrió la puerta a que ocurra al revés, si los datos de inflación no mejoran, e indicó que la reciente bajada de los precios de la energía no ayuda precisamente a la consolidación de la situación económica. Cuando se produzca el ascenso, que algunos expertos sitúan en la segunda mitad del próximo año, se hará «de modo equilibrado».
El Comité procedió a terminar su política de expansión o flexibilización cuantitativa al concluir que la economía es «lo suficientemente fuerte» para permitir el cese de los estímulos. De todos modos, el banco emisor ofreció un juicio contenido sobre la evolución de la economía estadounidense. Consideró que esta se está expandiendo a un paso moderado, con una mejora de los datos de empleo (el paro bajó en septiembre al 5,9%) y el aumento también moderado del gasto doméstico. La recuperación en el sector de la vivienda sigue a ritmo más lento.
Aunque la propia Fed había inicialmente vinculado el mantenimiento de los tipos de interés próximos al valor 0 a una situación en la que el paro estuviera por encima del 6%, la debilidad de la recuperación económica estadounidense y mundial ha llevado a desvincular un alza de tipos de una cifra concreta de paro.
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