El Estado ha recuperado solo el 7,7% de las ayudas públicas a los bancos

Los test de estrés al conjunto de la banca europea señalaron el domingo a Liberbank como la única entidad española suspendida en el ejercicio, aunque aprobando en la repesca . Quizá por eso el grupo formado por Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria, que al cierre de 2013 presentaba un déficit de capital de 32 millones de euros que ha cubierto ya de forma holgada, aprobó ayer la devolución al Estado de los 124 millones de euros en ayudas públicas que le inyectó el año pasado.

El sistema financiero español ha llevado a cabo una reestructuración en los últimos años fortísima: se ha recapitalizado con 100.000 millones de euros y hecho saneamientos por más de 277.000; ha reducido su número de oficinas en miles, con la asociada pérdida de decenas de miles de empleos, y en definitiva se ha establecido un mapa bancario con muchos menos competidores. La factura para el contribuyente ha sido severa: 57.265 millones en ayudas públicas.

Por ahora, y tras incluir los 124 millones devueltos por Liberbank ayer , el Estado solo ha recuperado 4.427 millones, el 7,7% del total de la inversión realizada. Con la venta de Unnim a BBVA retornó a las arcas públicas los 948 millones puestos y Caixabank devolvió los 977 inyectados a Banca Cívica. Con Novagalicia obtuvo 1.003 al venderlo y 71 con la venta de acciones a varios empresarios. El Estado también ha enajenado por 1.304 millones de euros un 7,5% de su participación en Bankia.

Por último habrá que añadir al montante que el erario público recuperará con la venta de Catalunya Banc por BBVA, que ofreció un pago mínimo de 600 millones de euros y un máximo de 1.187 por hacerse con la red comercial de una entidad que ya ha recibido 12.624 millones en ayudas públicas.