Un año de examen para devolver la confianza en la banca europea
Autoridades, sector y analistas creen que el rigor del test permite cumplir con el objetivo de elevar la transparencia
La banca irlandesa pasó sin problemas en el verano de 2010 los primeros test de estrés al sector financiero europeo. Solo unos meses más tarde el Gobierno de Dublín se vio forzado a pedir un salvavidas de 67.000 millones por el agujero que sus entidades habían creado en sus arcas públicas. Ese fallo restó credibilidad a la prueba. Las del año siguiente tampoco detectaron la magnitud del problema del mapa bancario español un año antes de su rescate. Esta vez, tanto las autoridades como el mercado consideran que se ha hecho un examen sin precedentes en cuanto a rigurosidad y confían en que de una vez por todas se despejen las dudas en torno a la solvencia de las entidades europeas.
«Es incomparable con cualquier cosa que se haya hecho antes», resumió ayer el gobernador del Banco de España, Luis María Linde. El vicepresidente del BCE, Vítor Constancio, habló también de un «examen sin precedentes». Se han analiado 130 entidades de 19 países que representan, el 81,6% del total de activos de los bancos que desde el 4 de noviembre pasarán a estar supervisados directamente por el BCE. Y es que esa rigurosidad ha sido una de las exigencias impuestas por el presidente del ente, Mario Draghi, para aceptar la vigilancia de los grandes bancos de la Eurozona, al evitarse así quebrantos sorpresa.
12.500 datos por banco
Las autoridades han evaluado durante los últimos doce meses 12.500 datos por banco y más de 800 carteras crediticias. Además, y por primera vez, se han armonizado las metodologías nacionales, por lo que por fin se dan unos resultados comparables entre países. Toda esa tarea ha requerido la participación de más de 6.000 personas. En España han trabajado más de 600, y el coste de la operación ha sido para nuestro país de 32 millones, que pagarán los bancos y con los que se sufragan los trabajos de la consultora Oliver Wyman, que cobrará 11 millones, y otras firmas.
«Ha sido un esfuerzo muy duro, muy complicado, y el BCE, tras examinar a todos los bancos de la zona euro, ha dicho que el sistema financiero español está bien y eso es algo de lo que nos podemos sentir muy orgullosos y muy satisfechos», valoró ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
«El proceso ha sido creíble y ha cumplido con sus objetivos: la transparencia acerca de la salud de los bancos aumenta, la confianza de los mercados en los bancos europeos continuará mejorando y los balances se han saneado», explica Fernando de la Mora, de la consultora Álvarez & Marsal. Según esta, una prueba de la credibilidad del ejercicio es que su impacto medio en los niveles de capital es de casi 400 puntos básicos, frente a los 100 de los examenes de 2010 y 2011.
«El escrutinio muestra un rigor sin precedentes y ha puesto en práctica una coherencia entre los indicadores clave; todo ello debe fomentar la confianza en los balances de los bancos europeos», apunta KPMG. El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, consideró ayer que estos test demuestran que España «ha superado la crisis».