El petróleo llega a bajar hasta los 88 dólares, a niveles de hace cuatro años
La debilidad del euro frena el consiguiente descenso del precio de los carburantes
La cotización del petróleo continuó ayer su tendencia a la baja por la debilidad de la economía mundial y el aumento de la producción, que ha llevado al tipo Brent -de referencia para Europa- a registrar durante la sesión su valor más bajo desde diciembre de 2010. Concretamente, llegó a caer durante la jornada hasta los 88,11 dólares en el Intercontinental Exchange (ICE) de Londres, frente a los 89,10 dólares del día anterior. Finalmente, cerró a 90,21 dólares.
En el caso del Nymex de Nueva York, el barril del West Texas se situaba durante la sesión de ayer en 83,59 euros, frente a los 84,39 dólares de la apertura. Este precio es el menor registrado por el barril de referencia en Estados Unidos desde el 3 de julio de 2012, cuando alcanzó un precio mínimo de 83,33 dólares.
La caída de la cotización del precio del petróleo coincide con una mayor debilidad de la economía global, como ha reflejado el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su encuentro de otoño con el Banco Mundial, así como con una mayor producción en varios países petrolíferos.
Producción de la OPEP
En este sentido, el equilibrio entre la mejora de la economía en Estados Unidos y el estancamiento en la Unión Europea y Japón es uno de los factores que hace que los cálculos de consumo de crudo para 2014 y 2015 se mantengan sin cambios respecto a las últimas previsiones, según anunció ayer la OPEP en Viena.
En su informe de octubre sobre el mercado petrolero, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) mantiene en 91,19 millones de barriles diarios su previsión de consumo de crudo para 2014. Los cálculos para 2015 tampoco se mueven respecto al informe del pasado mes: el mundo consumirá el próximo año 92,38 millones de barriles al día, informa Efe.
Mientras, la rebaja del precio de los carburantes en España se está reflejando muy lentamente por la debilidad del euro frente al dólar, que «se come» la caída de la cotización del crudo, ya que el petróleo se compra en dólares en los mercados internacionales.