Fórum Filatélico: la estafa que tardó más de ocho años en sellar su investigación
El 9 de mayo de 2006, la Audiencia Nacional ordenó el registro y precinto de todas sus oficinas por un fraude piramidal que afectaba a más de 250.000 personas
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El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha procesado a los 32 responsables de la estafa masiva de Fórum Filatélico y les ha impuesto una fianza civil de 3.702 millones de euros por el perjuicio causado a 269.203 clientes. Les imputa los delitos de estafa continuada, falseamiento de cuentas, insolvencia punible y blanqueo de capitales. El magistrado da así por finalizada una investigación que comenzó hace ocho años , que acumula un millón de folios y en el marco de la cual se han cursado 115 comisones rogatorias a 25 países.
Ruz asegura que la actividad de Fórum era «económicamente inviable desde su origen y resultaba de todo punto insostenible», en la medida en que los clientes pagaban por los sellos unos precios fijados unilateralmente por la propia empresa muy superiores a los que podían conseguir en el mercado filatélico. Además, la sociedad se obligaba a recomprárselos a un precio aún mayor para abonarles la rentabilidad garantizada. ¿Cómo empezó la estafa del Fórum Filatélico?
Este caso estalló el 9 de mayo de 2006, cuando la Audiencia Nacional ordenó el registro y precinto de las oficinas de esa entidad en toda España tras la acusación de la Fiscalía de cometer los supuestos delitos de estafa continuada, blanqueo de capitales, insolvencia punible, administración desleal y delito contra la Hacienda pública. El agujero patrimonial superaba los 2.800 millones de euros y los afectados sumaban casi 300.000.
Desde su nacimiento en 1979, Fórum Filatélico ofrecía altos intereses a sus clientes por invertir en sellos, los cuales, podían estar bajo su custodia o en las cámaras blindadas de la propia compañía, la cual siempre abonó los correspondientes intereses a todos sus clientes hasta que fue intervenida. Este funcionamiento fue calificado de «estafa piramidal» por la Audiencia.
Este mecanismo defraudatorio de la filatélica consistía en captar a estos clientes ofreciéndoles una rentabilidad por los sellos que en realidad no existía. Esa supuesta rentabilidad no era otra cosa que las inversiones de los nuevos clientes. Según Fórum, su colección de sellos estaba valorada en 4.300 millones. Dice Ruz que si en 2007 la hubiera querido liquidar lo habría hecho, en el mejor de los casos, por 86 millones.
Una parte importante de los fondos de sus clientes fue a parar a sociedades extranjeras que aparentemente actuaban como proveedores de filatelia, pero que «en realidad formaban parte de una red internacional de sociedades interpuestas al servicio de la actividad defraudatoria».
Trama con 4.500 comerciales
Para ocultar su situación, mantener la confianza de sus clientes y evitar el rescate de sus inversiones y con ello el «colapso» de la entidad, además de para poder cumplir sus compromisos de pago, los responsables de Fórum, a cuyo frente estaba el principal imputado, Francisco Briones, desarrollaron un mecanismo «defraudatorio piramidal», de forma que con el objetivo de retener al mayor número de clientes les ofrecían renovar sus inversiones. De esta manera, con las aportaciones de los nuevos clientes se pagaban las rentabilidades de los antiguos, a quienes se hacía creer que las cantidades abonadas procedían de la revalorización de sus sellos.
Este proceso de captación y fidelización de los miles de clientes de Fórum pudo sostenerse, afirma el juez, gracias a la «incesante» labor de una extensa red comercial «fuertemente incentivada» e integrada por más de 4.500 agentes comerciales, mediadores y prestadores de servicios.