Wimbledon

Nadal, secundario en la hierba

El balear, poco fiable en 2015, deja de ser favorito en Wimbledon, que se presenta más abierto en esta edición

Nadal, secundario en la hierba efe

Enrique Yunta

En Wimbledon, y aunque no lo parezca en estos días de escándalos y esperpento , también se juega al tenis. En realidad, lo que le pasa a España interesa poco más allá de las fronteras y el deporte entendido como tal asume el protagonismo durante estas dos semanas de pasión. Puede que no haya nada igual que Wimbledon y su hierba, un torneo único y exclusivo que abre hoy su central para que desfile, como es tradición, el campeón. Novak Djokovic inaugura la catedral del tenis ante Philipp Kohlschreiber , incomodísimo debut para el máximo candidato al título. El resto de favoritos, con Nadal en un rol secundario, estará pendiente del serbio.

Básicamente porque hoy en día es quien marca el ritmo en el tenis. Sucede, sin embargo, que no hay noticias del balcánico desde que perdió en Roland Garros la final de su vida , ansioso por cerrar el círculo en París y conquistar el último grande que le faltaba. Cuando nadie lo esperaba, chocó con un gigantesco Stan Wawrinka y, cumpliendo con la tradición, no ha jugado ningún torneo previo en hierba antes de Wimbledon y sólo ha disputado un par de encuentros de exhibición en The Boodles. Y aun así es el hombre a batir.

« Tienes que ser capaz de restablecerte rápidamente y motivarte e inspirarte a ti mismo para seguir adelante. Esta motivación y la fe tiene que ser aún más fuerte de lo que era hace tres semanas», apunta el número uno del mundo , defensor de la corona y con una temporada maravillosa pese a la mancha de Roland Garros. «He estado en situaciones así antes. Me ha dado un montón de fuerza mental y emocional . Debido a los partidos como contra Wawrinka, me he vuelto más fuerte y he aprendido a crecer en el proceso», añade.

Con todo, su 2015 es para enmarcar, disparado el contador de victorias hasta las 41 y con únicamente tres derrotas. Perdió a principio de año en Doha y en Dubái y ahí puso la directa para dar brillo a un camino que se ha resuelto con los títulos de Australia, Indian Wells, Miami, Montecarlo y Roma. «Después de París, necesitaba un poco de tiempo para recuperarme, más mentalmente que descanso físico, necesitaba ese descanso emocional para recargar mis baterías y obtener un estado mental adecuado». Y aquí está, dispuesto a renovar condición de campeón en el All England , expuesto a un cuadro complicado en una primera semana de exigencia. Como en el Tour y su primera semana, el triunfo llega en el domingo de ceremonias, pero antes hay que salvar varias trampas.

Por pura lógica resultadista, alimentada también por el estado anímico y las formas durante este ejercicio, Roger Federer y Andy Murray son los rivales más temibles para Djokovic en este torneo. El suizo, número dos del mundo, es el tenista que más alegrías se ha dado en el pasto británico, campeón en siete ocasiones y consciente de que es aquí en donde puede sumar algún grande más a los 17 que ya tiene. En Halle, otro jardín que supone siempre fiesta para él, ganó por octava vez y ya son cuatro sus premios de 2015 (Brisbanne, Dubái y Estambul llegaron antes). «He estado jugando muy bien el último año. La de las últimas semanas ha sido la mejor preparación que he tenido nunca antes de Wimbledon. Disponer de una semana más y haber ganado el torneo de Halle me ha dado más confianza», apunta.

A Federer se le quiere casi tanto como a Murray en ese rincón del planeta, pues ver al suizo jugar en hierba es uno de los mayores placeres del tenis y así lo ha entendido el sibarita público inglés. Sin embargo, el ídolo local ya tiene categoría de héroe desde que triunfó en los Juegos de 2012 y enterró los fantasmas de Fred Perry un verano después. El escocés Murray pasó a ser el británico Andy, un jugador que debe soportar una presión brutal en estos días de fanatismo. « Me gusta jugar en estas situaciones de alta presión . Disfruto de estos eventos, me preparo muy duro para ellos. Siento que llego al torneo como mejor preparado puedo estar. Espero poder hacerlo bien», insiste después de haber conquistado Queen’s otra vez (ya van cuatro) poco después de completar el mejor año de su vida en tierra batida.

El misterio de Nadal

Y desde la distancia, en el pelotón de los otros, se mueve Rafael Nadal , ahora décimo de la ATP después de una primera fase del curso decepcionante. El español ha jugado más que nunca en la hierba antes de Wimbledon, campeón en Stuttgart y eliminado en la primera ronda de Queen’s, pero hoy por hoy no es un tenista fiable . Tiene un cuadro aparentemente cómodo (se estrena mañana contra Thomaz Bellucci) y se espera que alcance la segunda semana, objetivo primordial para luego aspirar a algo. «Me siento bien. He ganado un torneo sobe césped después de cinco años. Es un buen momento para mí. Vamos a ver si soy capaz de competir bien . El año pasado estuve mejor, después de dos años que no podía jugar bien aquí, con demasiados problemas con mis rodillas».

En Wimbledon, sin embargo, siempre hay lugar para los cañoneros, a la espera de la sorpresa de turno ofrece el torneo más especial del calendario. Y esta vez está más abierto que de costumbre.

Nadal, secundario en la hierba

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