Mutua Madrid Open
Motivos para creer en Nadal
Lo bordó en semifinales de Madrid contra Berdych y aspira, ante Murray, a lograr su tercer título seguido en la Caja Mágica
Del mismo modo que en su día hubo motivos para preocuparse, en Madrid los hay para volver a creer en Rafael Nadal, clasificado para la final de un Masters 1.000 que ha conquistado en cuatro ocasiones. Este domingo lucha por el título contra Andy Murray en un duelo que tiene mucho de reválida y de balsámico, pues el triunfo supondría despegar de nuevo (19 horas, La Sexta).
Hay que creer en Nadal porque su derecha fue maravillosa en el duelo contra Tomas Berdych, unas semifinales con un primer set de un nivel altísimo . Exprimió su golpe estrella y el balear dio un recital, perfecto para aguantar y también para atacar. Él mismo reconoció que había funcionado, justo lo contrario que en Barcelona.
Hay que creer en Nadal porque lleva una semana sacando especialmente bien, sobre todo el sábado. Fue efectivo, varió y consiguió llevar la iniciativa de los puntos gracias a ese golpe. Sabe que no tiene el mejor servicio del circuito, pero si le funciona como él quiere ya basta. Y en altura le corre más.
Hay que creer en Nadal porque vuelve a gritar y lo hace convencido, no para convencerse. Ha ido superando obstáculos en Madrid hasta que el cuadro le llevó primero a Dimitrov y luego a Berdych, rivales con nombre y mucho tenis. Su palco le aplaude y él ya sonríe. Tiene otra cara.
Hay que creer en Nadal porque siempre ha ganado un título de los gordos en tierra antes de Roland Garros. Tiene Buenos Aires, pero le falta uno de peso después de fallar en Montecarlo y en Barcelona. Quedaría después Roma, pero el Mutua Madrid Open es un excelente punto de partida, su trampolín. La Caja Mágica le da energía.
Y hay que creer en Nadal porque domina 15-5 a Andy Murray con un claro 6-0 en los duelos sobre tierra. El último fue en París hace casi un año, un 6-3, 6-2 y 6-1 incontestable. Es verdad que el español no está tan fuerte y que Murray crece y crece en la arcilla con una semana fantástica en la que ganó el lunes el título en Múnich y aquí ha hecho final. Pero los precedentes sirven para dar motivos. Porque cuando Nadal es Nadal, es muy difícil pararle.
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