Carla Suárez coge confianza en Madrid

La española Carla Suárez, décima cabeza de serie, certificó su presencia en los octavos de final del torneo de tenis de Madrid, en los que se encontrará con la serbia Ana Ivanovic, tras batir este martes en el primer turno de la jornada nocturna por 6-3 y 7-5 a la germana Julia Georges.

Tras un inicio de temporada brillante, con las finales de Amberes (Bélgica) y Miami (Estados Unidos) como mejores resultados, Suárez llegó a Madrid convencida de poder exhibir las virtudes que le sitúan como la quinta mejor jugadora del mundo en 2015. Lo hizo en su estreno, en el que venció por un doble 6-4 a la kazaja Zarina Diyas, y lo corroboró en su segunda cita en la pista central del complejo deportivo de la Caja Mágica, donde empleó una hora y 31 minutos para acceder a la tercera ronda.

La única representante española que todavía continúa en el cuadro individual femenino -se despidió en la segunda ronda Garbiñe Muguruza y en su estreno Lara Arruabarrena, Silvia Soler, Paula Badosa y Tita Torró- luchará por un puesto en los cuartos de final con Ana Ivanovic, quien domina por 2-0 el cara a cara entre ambas.En el torneo de Doha del año 2012, una lesión obligó a Carla Suárez a abandonar el choque cuando caía por 6-1 y 4-1 y la pasada temporada en Roma la serbia le negó el pase a las semifinales en un duelo que se resolvió en tres mangas (6-4, 3-6 y 6-4).

Por segundo año consecutivo, la pupila de Xavier Budó y Marc Casabó tratará de superar la barrera de los octavos de final, su techo en Madrid. El pasado año fue la estadounidense Serena Williams, campeona en 2012 y 2013, quien frenó la progresión de la canaria en el primer torneo de categoría Premier Mandatory sobre arcilla de la temporada.

Por último, Suárez reconoció que no le pareció oportuno ni respetuoso que en los descansos de su partido ante Goerges en la Manolo Santana se conectase en las pantallas con el encuentro del Real Madrid ante la Juventus en Turín, correspondiente a las 'semis' de la 'Champions'. "Me he dado cuenta. De cara a los jugadores es una falta de respeto. Cuando voy al fútbol no me ponen tenis por las pantallas, pero el aficionado ha estado informado durante un minuto dos o tres veces. Espero que en el partido de los chicos no pase porque no toca", finalizó.