El día que Raonic soñó con ganar a Nadal

Rafa Nadal y Milos Raonic se han visto las caras sobre una pista en cinco ocasiones, en las que siempre ha salido vencedor el español. Esta noche (23.00 horas, ABC.es) en Indian Wells volverán a verse las caras por sexta vez en busca de un puesto en semifinales. De las cinco anteriores, cuatro partidos dominados por Nadal y solo uno en el que el canadiense tuvo alguna opción de derrotarle.

Aquel día en el que Raonic soñó con derrotar al balear sucedió hace un año en Miami. Harto de salir derrotado ante el exnúmero uno del mundo, Raonic cambió de táctica. El canadiense tiró de paciencia para sacar a Nadal de la pista, siempre con el apoyo de su servicio, el arma principal de su juego.

Raquetazos a 232 kilómetros por hora ante los que el balear poco o nada podía hacer. Soñaba Raonic y lo hizo más cuando en el décimo juego del primer set, sacó a relucir su clase con una dejada que levantó al público del asiento. Tenía en su mano una bola de set ante Nadal. La primera que vivía en sus carnes y no la dejó escapar. Era el primr set que el canadiense le hacía a Nadal, que cursiosamente no había perdido su servicio ni una vez hasta ese momento en el torneo estadounidense. Dos casualidades que se unieron para poner contra las cuerdas al español. Para que Raonic pensara, por vez primera, con derrotar a Nadal.

Paradójicamente, aquel 6-4 fue una losa para él. Lejos de acercarle a la victoria, el triunfo en la primera manga pesó demasiado en su brazo. Su servicio dejó de ser tan efectivo y el fondo de la pista se cubrió de espinas. La paciencia le abandonó y eso, ante Nadal, es una condena.

El balear empezó a bailar con Raonic para devolverle a la pesadilla de siempre. Cuatro juegos seguidos pusieron un 4-0 en el marcador parcial. Daño físico y moral para el que por entonces no era ni un Top 10 de la ATP .

Templados los nervios, Raonic volvió a soñar con el triunfo en el tercer set. Mediada la manga (3-3), el servicio del ogro canadiense con cara de niño volvió a flaquear y Nadal no lo perdonó. Break que acabó con sus opciones y que hizo que su sueño se esfumara. Un sueño que un año después vuelve a estar en la mente de Raonic, ahora número seis del ránking ATP. Más maduro y con más recursos, espera hacer frente al balear más irregular. Tiene todo a su favor... menos la estadística.