Tenis

Así es Borna Coric, el espejo de Djokovic

El croata, enorme promesa de 18 años, se mide en semifinales de Dubái a Federer y cuenta con el apoyo del número uno del mundo

Así es Borna Coric, el espejo de Djokovic AFP

E. Y.

Su nombre ya suena en el circuito con fuerza, bautizado a finales de 2014 en Basilea con aquella victoria tan sonada ante Rafael Nadal en Basilea . El tenista en cuestión se llama Borna Coric y es un croata que lo tiene todo para asentarse en la elite, un chico de 18 años que tiene victorias de peso en su raquetero como la que firmó este jueves ante Andy Murray en Dubái. El croata ganó 6-1 y 6-3 y desafía ahora a Roger Federer. Una leyenda contra un jugador que aspira a serlo.

Es prematuro hablar de ello y la situación obliga a ser prudentes porque muchos otros que aspiraban a todo se quedaron en el camino. Pero de Coric hablan los profesionales y tiene una pinta magnífica. Actualmente es el 84 del mundo (dará un gran salto en la próxima lista), el más joven de los 100 primeros.

Es diestro, le entrena Zeljko Krajan y creció admirando precisamente a Rafa Nadal. Como croata, también atendía a los que le contaban sobre Goran Ivanisevic, un tenista que prefiere el cemento y que juega con el desparpajo de su edad. Además, es osado ante los micrófonos y se lanzó hace unas semanas con una sentencia muy jugosa. «Cuando juego mi mejor tenis me parezco más a Djokovic. Cuando no lo hago soy más como Murray».

Entró en el cuadro final de Dubái como «lucky loser» por la baja de Kohlschreiber y está aprovechando la oportunidad al máximo. El destino le lleva a Federer, palabras mayores, pero Coric ya puede presumir de haber tumbado a dos gigantes como Nadal y Murray.

Tiene derecha, se defiende con el saque y admite abiertamente que prefiere jugar con el revés. Pega a dos manos y utiliza a menudo el recurso del revés cortado, golpe que cada día se utiliza más en el circuito. Abarca mucha pista y tiene criterio a la hora de subir a la red, un talento que busca ángulos y que es un excelente estratega. Todo, claro, con un amplio margen de mejora ya que se trata de un adolescente.

El problema para Coric, que también se lo ha buscado, es que se le ha puesto la etiqueta del «nuevo Djokovic». Coric corre el riesgo de que le ocurra lo mismo que le sucedió a Dimitrov con Federer hasta que el búlgaro se ganó su nombre. Además, se le pregunta a Djokovic por el asunto y alimenta la comparación.

«Nunca me he sentido así cuando entreno con alguien como me ocurre con él. Es como jugar contra mí mismo», acepta el número uno del mundo. Tiene ese gen de los tenistas nacidos en los Balcanes, ese espíritu y orgullo en la pista. «Trato de ayudarle porque me veo, en cierto modo, a mí mismo reflejado».

Las palabras de Djokovic se tienen en cuenta porque de esto sabe y por que ha compartido muchas horas de entrenamiento con Coric. «Es uno de los jugadores más talentosos ahora mismo en el mundo. Derrotó a Nadal en Basilea hace cuatro o cinco meses, y desde ese torneo se puede sentir que ha madurado mucho. Se siente cómodo jugando contra los Top».

Como siempre en estos casos, lo más importante es el entorno del chico y su humildad. «Es un buen chaval y tenemos una buena relación. Trato siempre de hablar con él, darle algunos consejos. Pienso que tiene un futuro brillante si él es capaz de mantener la línea que él está teniendo hasta ahora y es paciente. Tiene un buen equipo de gente a su alrededor». Es Djokovic hablando de sí mismo, aunque se trata de Borna Coric, premio a la mejor promesa en 2014 . Este año ya es una realidad.

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