Tenis | Río de Janeiro
Ferrer conquista Río
El español, magnífico, arrolla en la final a Fabio Fognini por 6-2 y 6-3 y suma su segundo título de la temporada en tres torneos disputados
En la tierra de Río de Janeiro, ciudad de samba y playas , manda David Ferrer, un campeón mayúsculo. Es el rey de Brasil, un tenista interminable que recupera en 2015 las sensaciones que perdió en la pasada temporada. Lejos de la élite, el alicantino renace y confirma ante Fabio Fognini este sensacional inicio de año, con dos títulos en tres torneos.
Su única mancha fue en Australia, derrotado por Kei Nishikori en un duelo desigual. Antes se impuso en Doha y ahora lo hace en Río, feliz porque a sus 33 años sigue corriendo como lo hacía hace una década, incombustible en ese galope hacia el infinito. En silencio, asumiendo ese rol secundario, ya tiene 23 fotos de portada en su álbum.
Gana parte de ese título de Río de Janeiro en la noche del sábado, cuando, después de liquidar a Haider-Maurer , comprueba que Nadal, acalambrado y enfadadísimo, tropieza en semifinales . Nadie le ha negado tanta gloria al alicantino como el balear y suspira al confirmar que su bestia negra se queda por el camino, un alivio después de tantos choques.
Además, el cara a cara con Fognini es tremendamente favorable, un 7-0 que anima al español. Sale convencido a la pista central de Río y pronto marca distancias. Busca líneas, mueve a su enemigo y cierra el puño con ambición después de cada punto. Un Ferrer totalmente desatado.
El 6-2 del primer set resume la superioridad del número nueve del mundo, que además responde a cada situación de peligro. Doma a Fognini, un italiano imprevisible, talento descomunal que vive demasiado pendiente de sus estados de ánimo. Después de tumbar a Nadal , se desinfla cuando el premio, realmente, es aún mayor.
La segunda manga sigue el mismo curso, con Fognini entregado desde el primer break en su contra. Ferrer da una exhibición de coraje y corre a por cada bola como si fuera la última, encendido por la oportunidad que se le presenta en Río. Tenía que ser el renacer de Rafa Nadal y al final pasa a ser la confirmación del pupilo de Paco Fogués.
Sólo hay un momento de dudas en el valenciano, que se enreda cuando saca para partido con 5-1. Pierde su servicio, la única vez que lo hace en toda la final, y alarga un poco el desenlace. Poco importa viendo el resultado, poco importa si es el campeón.
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