Masters 1.000 de Shanghái
Feliciano López se choca con su límite
Un gran Simon, que contestó a todos los ataques, cierra la puerta de la final al español (6-2 y 7-6 (1))
Era su techo, su límite, su anhelada final en un Masters 1.000. Era esta una de las oportunidades más reales que se había encontrado en su carrera, aunque admitía que sería un partido duro . Lo fue, para su juego, su tenis y sus expectativas, que volvieron a chocar irremediablemente con la realidad. Y con un Gilles Simon que se convirtió en una roca: lo devolvió todo, lo acertó todo, lo orientó todo, lo ganó todo. Feliciano López no pudo superar al francés, que alcanza la final del Masters 1.000 de Shanghái (6-2 y 7-6 (1)).
A López le había servico muchísimo su juego de saque y red. Se la sabía al dedillo. Con ella venció a Kokkinakis, a Nadal , a Isner, a Youzhny. Pero el que lo había estudiado en profundidad era Simon. El francés, que llegaba crecido tras derrotar a Tomas Berdych, actuó de pared ante el toledano. A cada saque, a cada revés cortado, a cada volea, ahí estaba Simon. Devolvió siempre una pelota de más y el español comenzó a perder efectividad.
Quiso presionar en la red. Subió con un segundo saque que le vio de lejos Simon. También lo intentó en la siguiente oportunidad y desde el fondo el francés tuvo demasiada potencia. López cedió el saque en el tercer juego y, a contracorriente el resto del set, volvió a caer en el error con su servicio en el quinto. Imposible de recuperar.
Más firme se encontró en el segundo. No cedió ni un milímetro aunque sufrió con sus servicios. Impecable su rival con los suyos. La lucha no podía tener otra final que la muerte súbita. El fin para López porque solo pudo amarrar un punto. Demasiado Simon para un español que el lunes alcanzará la mejor posición de su vida, número 14 , y que vuelve a pelearse con sus sueños de una final de Masters 1.000.
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