Fin de semana perfecto para Viñales

Había conseguido la primera "pole" en la categoría media y en el horizonte tiene, además, el salto a MotoGP para 2015 de las manos de Suzuki. Una buena manera de celebrar un gran fin de semana era la victoria y Maverick Viñales a por ella se fue desde el primer acelerón. Perdió la privilegiada posición en la primera curva, pero apenas le costó tres giros al trazado liderar la carrera en la que Rabat y Kallio luchan cuerpo a cuerpo por el Mundial. Tanto pelean los dos compañeros de VDS que fue el empujón definitivo para Viñales de lanzarse a por todas y dejar que los rivales hicieran lo que quisieran por la segunda plaza.

Confesaba que en la categoría media quería aprender, pero su debut en Moto2 daba muy buenas sensaciones en el equipo de Sito Pons. Asimiló muy bien que en Moto2 hay que templar más los nervios y aprovechar cualquier centímetro para adelantar y liderar las carreras. En esta gran temporada, Viñales se subió a lo más alto del podio en el Gran Premio de las Américas; fue segundo en Cataluña, Assen e Indianápolis; y tercero en Silverstone. Una carta de presentación magnífica que reafirma en Aragón con su primera "pole" del curso y una nueva victoria.

Hacia ella se lanzó a partir de la décima vuelta, con Kallio en dificultades con Rabat, Zarco intentando darle caza y Aegerter perdiendo fuerza en cada giro. Aprovechó la pelea entre los dos VDS para ir aumentando la ventaja cada vez que pisaba la meta. Siempre un poco más cerca de levantar la rueda delantera, un poco más lejos de sus perseguidores, a quienes dejó a más de dos segundos de distancia. Un colchón magnífico espoleado, además, porque la lluvia incipiente que amenazó a mitad de carrera se quedó solo en un susto.

Por detrás, Tito Rabat fue controlando a Zarco y a Luthi, en busca del tercer cajón del podio, porque en el horizonte se dibujaba el liderato. Sus 278 puntos se crecen por los que aumenta con respecto al finlandés (245). Y aún con ganas de más, recortó poco a poco la distancia con Viñales, a quien tuvo a meos de un segundo en la última vuelta. Pero el nuevo piloto de Suzuki celebró por todo lo alto una merecida victoria, en un fin de semana perfecto para él. Kallio, herido en el orgullo y con problemas tras verse superado por su compañero de equipo, sufrió demasiado y fue perdiendo posiciones hasta terminar séptimo.