Historias olímpicas
Las cinco medallas de oro de «Tarzán» en los Juegos Olímpicos
Johnny Weissmüller, el tarzán más famoso, empezó a nadar por prescripción médica
Fue el primer nadador en bajar del minuto en los 100 metros
Consiguió cinco medallas de oro olímpicas y una de bronce, ganó 52 campeonatos nacionales de los Estados Unidos y estableció 67 récords mundiales. Nunca perdió una competición. Se trata de Johnny Weissmüller , uno de los mejores nadadores de todos tiempos y también uno de los intérpretes más famosos del personaje de Tarzán .
Nació Timisoara, una localidad del antiguo Imperio Austrohúngaro, hoy de Rumania, el 2 de junio de 1904. A los 7 meses emigró con sus padres a Estados Unido s . A los 9 años le diagnostican poliomielitis . Para fortalecer las piernas, el médico le recomienda practicar natación, así que cada mañana nada en el lago Michigan . Cuando sus padres se trasladan a Chicago, empieza a nadar en la Young Men's Christian Asociationn (YMCA). Sju vida no fue fácil. Con un pader inclinado a beber demasiado, para ayudar a su madre, a los doce años empieza a trabajar como mozo de cuadra en el Illinois Athletic Club, donde la suerte le sonríe.
Aunque por su aspecto nadie pensaría en él como un atleta fuera de serie ( a los 12 años pesaba 44 kilos ), el agua era su elemento. Un día se zambulle en la piscina del club donde trabajaba y atrae la atención de William Bachrach, un famoso entrenador de deportes acuáticos , que posteriormente dirigió los equipos olímpicos de Estados Unidos en 1924 y 1928. Sus nadadores (hombres y mujeres) consiguieron 13 medallas de oro en los Juegos París en 1924 y 10 medallas de oro en Amsterdam, en 1928.
Bachrach ve enseguida el potencial del joven Weissmüller y se hace cargo de su entrenamiento. El joven gana todas las competiciones de la categoría junior y un lugar en el quipo de natación de la YMCA.
Pésimo estudiante, deja la escuela y empieza a trabajar como botones mientras entrena para los Juegos Olímpicos de París de 1924. Los comienzos no podían ser más prometedores: el 6 de agosto de 1921, con 16 años gana su primera carrera , los 50 metros estilo libre. Recién cumplidos los 18, rompe la marca mundial del hawaiano Duke Kahanamoku , que por entonces acumulaba tres medallas olímpicas de oro en los 100 metros . Pero Weissmüller va más allá y se convierte en el primer deportista en nadar los 100 metros en menos de un minuto: 58,5 segundos . Unos meses más tarde, logra incluso pulverizar su propio récord y lo rebaja en 1,2 segundos.
Cuatro medallas en un día
Con su palmarés, asegura su convocatoria a los Juegos de 1924. Ahora, gracias al deporte, su aspecto era muy distinto de aquel niño enclenque que empezó a nadar por prescripción médica, estaba escuálido y apenas comía. Ahora mide 1,90 y pesa 95 kilos . En los Juegos de París acapara la atención incluso en sus entrenamientos . En la Olimpiada, vuelve a medirse con Kahanamoku en 100 metros y de nuevo le gana. Además establece un nuevo récord olímpico en cien metros: 59 segundos . Sin tiempo para festejos, se prepara para nadar la prueba de 400 metros libres, que está a punto de empezar . Nueva marca olímpica en una final que corta la respiración frente al sueco Arne Borg, plusmasquista mundial.
Dos horas después vuelve a la piscina como integrante del equipo de relevos 4x200 estilo libre y se cuelga su tercera medalla y un nuevo récord. Antes de que acabe el día, aún vuelve a subir al podio, esta vez para recoger una medalla de bronce .
En los juegos de 1928 repite hazaña y en el mismo día consigue dos medallas. Un primer oro en cien metros, con récord incluido, pese a un percance que casi le hace perder el sentido en la piscina, al aspirar una bocanada de agua. Y el doblete llega en los relevos de nuevo, donde impone un nuevo récord.
A pesar de su brillante palmarés, la de 1928 sería su última partipación en unos Juegos Olímpicos. El destino quiso que Ciryl Home, que adaptaba para el cine la historia de Tarzán, le viera nadar en la piscina del hotel donde ambos se hospedaban. A partir de entonces, Johnny Weissmüller se convertiría en el Tarzán cinematarográfico más famoso de todos los tiempos.