Fútbol
El año de los entrenadores con cuentas pendientes
La Champions enfrenta a Zidane, ganador a la primera; Simeone, perdedor de dos finales; Ancelotti, que ganó con Milán y Real Madrid; Mourinho, que venció con Inter y Oporto; Pep y Luis Enique, que lo hicieron con el Barça; Emery debuta
Comienza el año de los entrenadores. Una temporada donde el interés no solo se centrará en figuras como Cristiano , Griezmann y Messi. El foco de atención se dirigirá, más que nunca, a siete banquillos . Nunca la Copa de Europa ni las grandes ligas continentales tuvieron tantos técnicos de alcurnia en los mejores equipo del mundo. Zidane acaba de empezar y de triunfar al más alto nivel. Mourinho fue despedido del Chelsea . Ancelotti se tomó un año sabático tras su etapa madridista. Guardiola también descansó una temporada tras su periplo azulgrana. Y Emery debuta ahora en la máxima competición europea, tras conquistar la segunda durante tres campañas consecutivas. Los siete preparadores más cotizados del mundo se verán las caras frente a frente por primera vez. Y todos tienen cuitas pendientes entre ellos. Estas son.
Manchester: los enemigos ancestrales
Manchester y Madrid rivalizan como las dos grandes ciudades del fútbol mundial. Si la capital de España se ha convertido en la reina del balompié por las dos finales de Champions disputadas entre el Real Madrid y el Atlético, dominadores en el continente, la segunda «city» inglesa desea acaparar desde ahora la atención mediática por el enfrentamiento personal eterno que Mourinho y Guardiola reeditarán con su dirección de los dos enemigos ancestrales de Manchester, el United y el City.
El portugués fichó en 2010 por el Real Madrid para frenar el imperio azulgrana del técnico catalán. El Barcelona ganó la Champions en 2011, pero el Real Madrid le ganó la Liga en 2012 y la Copa en 2011. Nació entonces una enemistad competitiva que se hizo genética. «José y Pep» son tocayos y sufren incompatibilidad de caracteres. No soportan la forma de ser de cada uno . Como Martina Navratilova y Chris Evert, el éxito de uno motiva al otro para mejorar y derrotar a su adversario ancestral. Nunca conciliarán su rivalidad. El United ha contratado a Mourinho para recuperar el liderazgo europeo, perdido desde hace un lustro. El City ha fichado a Guardiola para ganar por fin una Champions, tras caer en semifinales ante el Real Madrid hace dos meses.
Objetivo: ganar en más de un equipo
La obsesión de los grandes entrenadores es conquistar la máxima competición continental, la Copa de Europa, con varios equipos. Demostrar su nivel con idiosincrasias diferentes. Guardiola tiene ese reto en su cabeza. Le persigue. Y no le deja tranquilo. Laureado por medio mundo, el catalán ha conquistados sus dos Champions al frente del Barcelona, para fracasar a escala internacional en el Bayern después de intentarlo durante un trienio. En la reciente presentación de Ancelotti como técnico del conjunto alemán se lanzó una indirecta a Pep por su incapacidad de entender el estilo de juego directo del equipo bávaro. El italiano la ha ganado con el Real Madrid y el Milán, pero no pudo conseguirlo en el Chelsea ni en el PSG.
Mourinho la obtuvo con el Oporto y el Inter. Fracasó en Europa con el Real Madrid y con el Chelsea en dos etapas. Los tres, Guardiola, Ancelotti y Mourinho, tienen marcada la Copa de Europa como el primer objetivo de sus nuevos equipos. Zidane y Luis Enrique solo han dirigido a un grande, el Real Madrid y el Barcelona. Cada uno ha celebrado una Champions. Y siguen al mando de sus plantillas.
El complejo dilema de Simeone
A Simeone le encantaría medirse en el futuro a ese reto de triunfar en dos clubes distintos con una Copa de Europa en su palmarés. No la ha conquistado con el Atlético. Y vive una situación delicada . Por eso meditó marcharse nada más perder su segunda final. La razón era que tras convertirse en el mejor entrenador de la historia del Atlético, gracias a sus títulos, podía verse definido como el perdedor de las grandes finales continentales. Quiere escapar de ese cartel. Se ha quedado en el club, pero ese dilema sobrevive en sus pensamientos. Atacará un tercer intento de ser campeón con el Atlético. Ha pedido fichajes para contar con una plantilla que le permita ganar este torneo en el momento decisivo.
Los argumentos que masculla el argentino consolidan su sentimiento de dolor al demostrar que era capaz de ganar al Real Madrid de Ancelotti y al Real Madrid de Zidane en la Liga, para caer después en el partido más importante de cada temporada. En la última edición de la Champions eliminó al Bayern de Guardiola y al Barcelona de Luis Enrique, y perdió ante Zidane. En 2014 pudo con el Chelsea de Mourinho , y cayó también en la final, frente a Ancelotti.
Los menosprecios de Mourinho al Real Madrid
Tres de los siete magníficos que lucharán por la Champions esta temporada han dirigido al Real Madrid a lo largo de sus carreras y han dejado huella. Zidane lo ha hecho en cinco meses frenéticos rematados por el mayor éxito. Mourinho y Ancelotti marcaron dos sellos opuestos en dos periodos consecutivos con títulos y sinsabores. No se sabe porqué, pero los técnicos que dejan el Real Madrid critican después a todo el mundo como culpables de su adiós, desde el presidente a los jugadores pasando por la prensa. Esperemos que a Zidane no le suceda lo mismo dentro de un tiempo.
Mourinho cargó contra los futbolistas y la prensa como responsables del ambiente infernal que se vivió en su última temporada. Señaló a Casillas y Ramos como chivatos y luego se enfrentó a Cristiano. Nunca asimiló que el culpable del nefasto ambiente lo generó él con sus ataques periódicos contra los entrenadores y equipos rivales. Cada rueda de prensa del viernes era un incendio. Los recibimientos al Real Madrid en cada salida eran la guerra. Echado en 2013, desde entonces no ha parado de decir que la Liga española no tiene comparación al lado de la competitividad de la Premier. Restó valor a su propia Liga ganada en 2012. Y ahora ha manifestado que regir el Manchester United es lo máximo de su carrera, en otro menosprecio al club más laureado y famoso del mundo, el Real Madrid. Al mando del United quiere derrotar a los blancos y al Barcelona por encima de todo. Les tiene ganas. Su carácter le hace considerarles enemigos. Es rencoroso con quien le despide.
El dolido Carlo Ancelotti
Ancelotti ha vivido una amargura similar hasta que firmado por el Bayern. Con el Real Madrid ganó la Champions, el Mundial de Clubes, la Copa del Rey y la Supercopa de Europa en 2014. Tras ser despedido en 2015 subrayó que si Ramos no salva la Copa de Europa con su cabezazo salvador le habrían echado aquella misma noche en Lisboa. Y ha dirigido su dedo contra el presidente y contra la prensa. Como Mourinho, el italiano tampoco hizo autocrítica . En su segundo año no obtuvo ningún éxito. Nunca se impuso a los jugadores, les trató como un padre y ellos le elogiaron para que siguiera en el equipo, acomodados a su mano blanda. El club cortó con esa situación. Ahora, al frente del Bayern, quiere saldar cuentas pendientes con el Real Madrid.
El PSG busca su caballo «ganador»
Mientras Guardiola, Mourinho, Ancelotti, Zidane, Luis Enrique y Simeone intentarán satisfacer sus cuentas pendientes, más o menos personales, el París Saint Germain desea introducirse en ese combate con el fichaje del entrenador que ha conquistado tres Europa League consecutivas, Unai Emery. El PSG busca hacer historia en la Champions y piensa que el técnico español está llamado a ser un grande de Europa. El vasco ha sabido vencer al Real Madrid, el Barcelona y al Atlético en diferentes situaciones. Nasser Al-Khelaifi quiere crear un equipo respetado en Europa con un entrenador moderno, táctico. Recibirá una buena plantilla para intentarlo. Emery se suma a la primera línea como el séptimo magnífico. Desea tener cuentas pendientes. Eso significará mucho.
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