Champions
Casillas, eliminación y bronca en Stamford Bridge
El portero se queda sin octavos de final en formato Champions por primera vez en su vida
Hay días que vienen torcidos y no hay manera de enderezar. Algo de esto vivió Íker Casillas anoche en Stamford Bridge, el templo de la modernidad futbolera desde el que Abramovich contempla su obra, parapetado en un plumas azul y la cabeza gacha. El portero fue eliminado en la fase de grupos -por primera vez en su vida sin octavos de final en formato Champions-, se enzarzó en una bronca muy agria con Diego Costa y sucumbió en la disputa mediática con el tipo que lo ha empujado a jugar en Portugal. Ganó Mourinho esta vez. Desde el punto de vista del capitán de la selección, el 2-0 del Chelsea al Oporto fue un desastre.
La noche propuso un duelo Casillas-Costa en vez del telegrafiado roce con Mourinho. El primer mano a mano entre el hispano-brasileño y el guardameta deparó un siniestro rebote de fatal consecuencia para el Oporto. Paró Casillas, rebotó en Marcano y el balón a la cazuela.
Siguió con una trifulca entre los dos compañeros en la selección propiciada por el espíritu camorrista de Costa. Otro feísimo gesto del atacante, que dejó el pie para zancadillear a Casillas y generar una duda absurda sobre un presunto choque fortuito. Casi llegan a las manos en un lance que acabó con tarjeta amarilla para Diego Costa.
Seguramente ofuscado por el rumbo de la noche, no se percató (o no quiso hacerlo) de la pose de Mourinho , esperando a todos los jugadores en el túnel de vestuarios al comenzar la segunda parte. Casillas no reparó en su exjefe, se ajustó los guantes y se preparó para el destino inevitable: el segundo gol del Chelsea, el tiro de Willian y la eliminación del Oporto.
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