Champions
Atlético-Bayern, 42 años después del gol de Schwarzenbeck
El conjunto alemán dio paso a la leyenda del «Pupas», desterrada ahora con los éxitos en la época del Cholo Simeone
El aura único de la Champions reúne siempre algún vestigio que llena cualquier conversación futbolera, refresca la memoria y cohesiona a las aficiones. Al Atlético le ha caído en suerte el Bayern de Múnich en las semifinales (27 de abril en el Calderón y 3 de mayo en el Allianz Arena) y en cualquier tertulia entre rojiblancos hoy saldrá aquella final de 1974, la primera en la historia del club, el tiro de falta de Luis Aragonés y el maldito gol de Schwarzenbeck.
Un partido en el estadio Heysel de Bruselas que ha marcado la trayectoria de la entidad, su aura fatalista, aquel mote que surgió de la boca del expresidente Vicente Calderón (el «Pupas») desterrado ahora por el Cholo Simeone. El gol de Schwarzenbeck en los últimos minutos, tiro muy lejano al que no alcanzaron los brazos de Reina, dio paso a un partido de desempate dos días después en el que el Bayern de Múnich arrasó al Atlético, 4-0.
Un calco de lo que sucedió en la segunda final en la historia del Atlético, Lisboa 2014 ante el Madrid. El cabezazo de Ramos en la prolongación y el hundimiento del equipo rojiblanco en una prórroga desigual (4-1). La historia se repitió 40 años después.
El Bayern no ha perdido vigencia como referente en los anales del Atlético, una especie de bestia negra camuflada de fascinación por sus sucesivas victorias frente al Real Madrid en la Copa de Europa. Mientras los atléticos veían esta competición por la tele, el Bayern siempre apareció como el gigante que es.
Alguno de los jugadores que participaron en aquella final son o han sido hoy puntales del Bayern Múnich en los despachos. Beckenbauer, Uli Hoennes y más tarde Rummenigge.
Precisamente Rummenigge enervó al Cholo Simeone en unas recientes declaraciones que marcarán la eliminatoria. Hizo de menos al club del Manzanares viniendo a decir que equipos como el Atlético o el Benfica no eran dignos de esta competición. Típica superioridad alemana que deberá ser refrendada ahora en el campo. O no.
Guardiola ha construido un equipo a su estilo combinativo dotado de la contundencia germana. Muller, Lewandowski, Lahm o Neuer encarnan los valores tradicionales de lo teutón. Tiago, Douglas Costa o Ribery aportan la fantasía a la máquina. Difícil para el Atlético y también para el Bayern.