Pitar al himno y a Piqué
El jugador del Barça se equivocó en el Camp Nou, pero nadie merece que se le pite. Está feo, como pitar al himno
No me gustan las pitadas, como no me gustan los «antialgo», aquellos que disfrutan antes con la derrota del equipo rival que con el triunfo del equipo propio. No me gustan en ningún caso, ni siquiera en aquellos en que el pitado haya hecho méritos. Es el caso de Piqué. Lo del domingo, cuando dio las gracias a Kevin Roldán , el DJ de la fiesta de cumpleaños de Ronaldo, intentó ser una broma, pero no tuvo ninguna gracia. Cuando uno coge un micrófono ante cien mil personas, tiene que tener mucha más prudencia y responsabilidad que la que demostró Piqué. Hay que saber ganar y respetar al contrario. Pero aunque solo hubiera sido por autoprotección, a Piqué le hubiera convenido quedarse callado. Ahora su exceso verbal lo está pagando allá donde va (porque allá donde va, excepto en Cataluña, la mayoría es madridista) con la selección española. Y de paso, le está haciendo la pascua al seleccionador nacional, Vicente del Bosque , a quien le gustan las pitadas tan poco como a mí. [LEA AQUÍ EL RESTO DEL POST]
Noticias relacionadas