ENTREVISTA
Vero Boquete: «El Mundial debe ser un impulso para el fútbol femenino español»
La capitana de la Selección repasa con ABC el recorrido del combinado nacional, los objetivos en Canadá, reflexiona sobre su carrera y sobre el deporte femenino
Que sea la única futbolista española de la historia que ha ganado una Champions no es casualidad. Verónica Boquete Giadans (Santiago de Compostela, 9/4/1987), capitana de la Selección española, es una ganadora nata. Lo lleva en sus adentros desde pequeña. Cubierta de un barniz de sana competitividad, con sueños hechos realidad y ensoñaciones por cumplir, rotundamente impecable y meridiana en su discurso analiza para ABC, al que atendió en la concentración del combinado de Ignacio Quereda en San Pedro del Pinatar, la participación de España en el Mundial de Canadá, la situación del fútbol femenino y de la sociedad respecto al deporte, además de su laureada carrera cuando acaba de fichar por el Bayern de Munich. Vero Boquete es un icono del fútbol español e internacional.
-¿Qué le viene a la cabeza cuando piensa en la clasificación para el Mundial?
-Viene toda esa gente que ha formado parte de esto y nos ha ayudado a estar donde estamos. Por aquí han pasado muchísimas jugadoras. Ya no sólo en el marco internacional, sino en entrenamientos, por categorías base, en la absoluta… Ha sido el trabajo de mucha gente y de muchos años. Somos 23 privilegiadas, que tenemos la suerte de ser las primeras mundialistas, pero también hay una motivación extra por esa gente que no ha podido estar aquí y ha abierto muchas puertas.
-Ya se han conseguido éxitos en Europeos y en categorías inferiores. Pero este Mundial es histórico. Nunca antes había estado España. ¿Se sienten pioneras?
-Tenemos la suerte de ser las primeras mundialistas. Dentro de años, cuando se hable de las primeras futbolistas españolas en jugar un Mundial será de nosotras. Es un honor y un privilegio. Pero ahora tampoco nos vamos a conformar con eso. Hemos ido a una Eurocopa sub’19 y en el 2004 la hemos ganado. Se han conseguido otros éxitos en categorías inferiores. Ahora es el Mundial, que como futbolista es lo máximo junto a los Juegos Olímpicos.
-¿Qué significado tiene para España?
-Para nosotras el hecho de jugarlo es lo que para Estados Unidos, Alemania o Japón puede ser ganarlo. Estamos disfrutando de todo el camino y disfrutaremos de todo el Mundial, pero sin olvidar todo lo que hemos pasado, las veces que nos hemos quedado a las puertas, cuánto trabajo nos ha costado llegar y lo difícil que es.
-¿Cómo recuerda el momento en el que se logra la clasificación?
-Como una liberación. Realmente no fue tan emocionante como la clasificación para la Eurocopa, que fue en un play-off, en el último minuto, era como una final. Para el Mundial llevábamos una fase de clasificación casi perfecta. Era cuestión de si no es en este partido será en el siguiente. Entonces no lo vives tan intensamente, pero sí recuerdo las horas antes de salir al partido y pensar: «Es que ahora sí estamos a nada». En el momento que pitó el árbitro fue un «ahora sí, por fin vamos a un Mundial».
-¿Qué le dice este grupo de lo que puede hacer en Canadá?
-Tengo muy buenas sensaciones. Tenemos la experiencia de la pasada Eurocopa y eso ya es bueno, porque es un torneo muy importante, con un nivel de exigencia máximo, que también te enseña cómo gestionar el grupo, cómo gestionar diferentes momentos. Eso antes no lo teníamos. Ahora las que estamos de antes tenemos esa experiencia, pero las que vienen de abajo lo hacen con otra mentalidad, porque vienen de haber ganado, de haber jugado con selecciones potentes de tú a tú. Y eso es una mentalidad ganadora. Hacia los rivales sí hay respeto, pero no miedo con teníamos años antes.
-¿Cómo está España?
-El equipo está en un momento muy bueno de confianza por la clasificación que hicimos. También por el hecho de que hay jugadoras que están empezando a salir fuera. Todo es una dinámica buena. Además, somos conscientes de que tenemos mucho talento. También sabemos cuáles son nuestras carencias y eso es lo que hemos estado trabajando y lo que vamos a tener que tapar en Canadá. Creo que el éxito, grande o pequeño que tengamos, será si el grupo está fuerte y vamos todas en la misma dirección.
-¿Cuáles son esas debilidades?
-Lo débil es el tema físico. En España, no tenemos una liga profesional, los partidos no son de gran intensidad, no son partidos internacionales como hay en otras ligas. Y eso cuando jugamos con la Selección a un nivel alto lo notamos. El ritmo es totalmente diferente. En Canadá, vamos a jugar cada tres o cuatro días. El tiempo de recuperación también es menor. Hay otras selecciones que sí están acostumbradas a eso. Por ejemplo, en mi experiencia en Alemania he jugado durante muchos meses miércoles-domingo, entonces allí están acostumbradas a eso. Eso otras selecciones lo tienen, pero en España no.
-¿Y las fortalezas?
-El balón. Somos una de las selecciones con más calidad técnica sin duda. Donde todas tenemos la misma idea. Vemos el mismo fútbol. Tenemos el mismo estilo, que se basa en tener el balón, en posesiones largas, en combinar, en aparecer entre líneas, en movilidad. Si somos capaces de hacer eso en Canadá, de tener el balón, de marcar el ritmo de juego, pues tendremos muchas más oportunidades de tener un camino largo.
-Un modelo como el que planteó Luis Aragonés y siguió Del Bosque en la masculina.
-Exactamente. Tenemos el mismo estilo. Creo que el resto del mundo también lo sabe. El tiki-taka es conocido por ellos. La gente en el Mundial de Canadá va a esperar a que España tenga ese estilo. Y lo tenemos. Otra cosa es que seamos capaces de hacer correr a las rivales detrás del balón. Que podamos hacer nuestro fútbol.
-¿Cuáles son las posibilidades reales en este Mundial?
-El objetivo real de esta Selección, por nuestra poca experiencia al ser debutantes en un Mundial, de modo que no podemos pensar en que vamos a levantar la copa aunque soñemos con eso, sería pasar la fase de grupos. Tenemos tres rivales muy complicados. Sobre todo, dos de ellos. Brasil es una de las favoritas siempre. Ha luchado por títulos en los últimos mundiales y Juegos Olímpicos. Corea es una selección muy potente. Viene de empatar con Estados Unidos, que es una de las claras favoritas para ganar el Mundial. Costa Rica es debutante como nosotras y tiene jugadoras de muchísima calidad. No podemos pretender llegar allí y pensar que es fácil. Todo lo contrario. El objetivo real es pasar la fase de grupos, que sería ya un gran éxito. Pero obviamente tenemos el objetivo más soñador que es conseguir una plaza para los Juegos de Río.
-¿Cómo se daría el billete olímpico?
-Ser una de las tres mejores europeas. Eso implica pasar la fase de grupos y al menos pasar una eliminatoria más. Y luego se vería. Si pasásemos la fase de grupos y nos tocase un europeo, dejarías a uno fuera y seguramente en otra eliminatoria también caería otra europea. Pero eso es hablar ya mucho. Primero es competir bien para intentar pasar la fase de grupos.
-¿Firmaría esa situación? Superar el grupo y las eliminatorias suficientes para estar en los Juegos.
-Sí lo firmaría. Siempre quieres más y más, pero hay que ser realistas. Quizás a nivel individual, que llegas de ganar una Champions, de competir por grandes cosas, firmaría ganar la copa. Hay veces que llegas a la Selección y cuesta un poco saber que a priori no puedes aspirar a títulos. Pero para mí llegar a unos Juegos Olímpicos sería como ganar un Mundial. Y, sobre todo, es lo que supondría para nuestro deporte o más específicamente para el fútbol femenino. Que esté en Río sería el mayor empuje. Sería lo mejor para todos.
-¿Qué impulsos se han dado para el fútbol femenino español a través de la Selección?
-Los grandes o pequeños éxitos que estamos teniendo con la Selección están ayudando porque está abriendo puertas que hace tres, cuatro o cinco años estaban cerradas en muchos ámbitos. Nos da mucha visibilidad. Este Mundial va a ser el gran evento deportivo de este verano. Estar ahí hace que los medios hablen. Cuando los medios hablan, llegas a mucha más gente. Educas en igualdad. No es lo mismo la educación de nuestros padres que la que recibimos nosotros, ni será la misma con la que eduquemos a nuestros hijos. Todo eso va cambiando. Ya no sorprende ver a una niña jugando a fútbol. Cuando yo empecé había una norma que prohibía a las niñas jugar con los niños. Eso ya no pasa. Ahora hay equipos totalmente femeninos. Quizás antes era impensable que hubiese más de dos niñas en un equipo y ahora en etapas previas a los trece años hay equipos mixtos o totalmente de niñas que juegan contra niños. No quiere decir que la cantidad haga la calidad, pero son pasos ciertos. Ahora tienen referentes femeninos, porque nos ven a nosotras. Y pueden soñar con cosas que antes para nosotras eran impensables. Y ese es el gran avance que estamos generando. La gran esperanza que tenemos en el Mundial de Canadá es que nos ayude a impulsar nuestro deporte.
-Ha comentado detalles sobre sus comienzos. ¿Cómo fueron?
-(Sonríe y bucea por el pasado) Casi ni me acuerdo. Me vienen escenas sobre todo de mis inicios. Hasta los quince años, era la única niña jugando con los niños. Ese primer año en el que iba a entrenar y a jugar, pero no podía salir al campo porque había una norma que me lo prohibía. Los comentarios que tenía que escuchar de todo el mundo. Todas las trabas que me ido encontrando. El crecer sin referentes femeninos. Crecía en Santiago y no sabía que había una selección nacional de fútbol. Sabía que era posible ser profesional, pero jugaba por jugar. Todo lo que he tenido y conseguido luego, por entonces no podía ni soñar con ello, porque no estaban ahí. Ahora, claro, he jugado una Eurocopa, dos finales de la Champions y he ganado una, voy a jugar un Mundial…
-Muchas experiencias que lleva en su mochila.
-Me sirve de motivación para querer más, para seguir empujando, para seguir consiguiendo cosas y abriendo puertas, y para transmitir a las niñas que vienen por debajo que sueñen en grande, que ahora tienen un mundo de oportunidades y de opciones y que es cuestión de ellas; dependerá de la ilusión y del trabajo que pongan para poder conseguirlo o no.
-¿Qué le dicen las niñas cuando la ven? Esas cosas que no pudo decir a algún referente y ahora lo es usted.
-Lo más valioso es eso y lo dije cuando estuve nominada para el Balón de Oro. Que una niña me diga: «Quiero ser como Vero Boquete»; eso tiene más valor que la Champions, el Balón de Oro o que lo que sea. Yo eso no lo he podido decir nunca. El verte que ahora eres referente y que inspiras a gente es muy bonito. Recibo incluso mensajes de personas que no juegan al fútbol. De padres. De madres. Esa es la mayor satisfacción. Tanto gane como pierda, eso está por encima de todo. Es una satisfacción enorme, que no se puede comparar con nada.
-¿Qué cosas tuvo que escuchar y que ahora o son menos o van diluyéndose?
-Según dónde. Lo que más escuchas: «Qué haces jugando». «El fútbol es para tíos». «Te vas a hacer daño». «Tú, a jugar con las muñecas». «Vete a casa a lavar la ropa».
-Ante eso hay que tener mucha personalidad. Y más cuando se es joven.
-He tenido la suerte de la familia que tengo. Cuando escuchaba uno de esos comentarios, tenía a mis padres que me decían: «No, tú aprieta», «tú sigue», «que no te importe lo que te digan», «no va a ser fácil, pero si lo quieres ve a por ello». He aprendido a valorar lo que cuesta conseguir las cosas. Muchas veces, cuando todo va de cara y es fácil no lo valoramos. Pero cuando tienes que currártelo, cuando tienes que trabajar, cuando te pisan la cabeza ocho veces a la novena sigues levantándote. A mí me ha servido para ser más fuerte, para madurar antes, para tener las cosas mucho más claras. Y para saber que lo que quería, que era ser futbolista profesional, puedo decir que lo soy. Y a toda esa gente que decía todas esas cosas, pues yo les diría: «Vosotros me decíais esto, esto y esto... lo que quería lo he conseguido».
-Antes de salir a jugar por el mundo, Zaragoza y Español. ¿Qué recuerdos conserva?
-Lo que más me queda es la gente. Al final, de todos los sitios a los que he ido me quedo los momentos que he vivido con la gente, los amigos que he hecho y tengo muchas y grandes amistades tanto en Zaragoza como en Barcelona. Zaragoza y Español han hecho que sea la futbolista que soy hoy. El resto de equipos también, pero si no tuviese en mi mochila la etapa de Zaragoza, donde tenía que luchar por no descender, no valoraría lo que es luchar por un título. No sabría lo que es sufrir. Mi etapa allí me hizo ser muy fuerte mentalmente y crecer. Y el Español es mi casa. No soy perica desde que nací, pero me hice. Es la fuerza de un sentimiento. El tiempo que estuve allí fue una experiencia increíble tanto dentro como fuera del campo. Luché por títulos. Gané algunos, perdí otros. Me hice mejor jugadora. Y me ayudó a dar el paso a saber que quería más y me dieron todo lo que tenían para poder ayudarme a buscar otros retos.
-Y luego las experiencias en Estados Unidos, Rusia, Suecia, Alemania… otro mundo a nivel fútbol femenino.
-Te vas a Estados Unidos y encuentras la cultura deportiva que no tenemos en España. El respeto que no tienes aquí. La repercusión. Puedes vivir de una forma profesional en todos los sentidos. Juegas con miles de personas en los estadios. Eso no lo puedes vivir aquí. Ves que hay otras cosas y que hay un camino para llegar. Y te motiva para seguir haciendo cosas en España para llegar a eso. En Rusia, en Suecia, en Alemania he disfrutado de cosas también impresionantes. Me he ido fuera porque lo que yo quiero es estar en el máximo nivel, competir con y contra las mejores. Yy para eso tenía que irme.
-Curtirse en lo deportivo y lo personal.
-Conoces cosas a nivel cultural. Aprendes idiomas. Adquieres conocimientos. Conoces otras filosofías. Ves las cosas de diferente manera. Das importancia a unas cosas más que a otras. Te ayuda a formarte y consolidar tus prioridades. Es difícil el irse y estar fuera. No estás en tu casa, con tu gente, con tu familia, no ves a los pequeños de la casa crecer o a tus abuelos hacerse mayores, pero me compensa porque esto es lo que quiero, es lo que me llena y lo que me apasiona. No entiendo que esté haciendo ningún sacrificio, porque el fútbol me da mucho más de lo que yo doy. No me puedo quejar por nada, sino estar agradecida y seguir trabajando para merecer lo que tengo. Hay veces que tienes algo y no te encuentras bien con ello y es porque quizás no lo mereces. Si realmente trabajas, lo das todo y te vas a donde haga falta por seguir tu sueño, cuando lo consigues o lo estás viviendo te sientes completa.
-Y por el camino títulos individuales de primer nivel o el hecho de levantar la Champions.
-Eso son cosas que no se pueden describir. La Champions es la mayor competición posible a nivel de clubes. He tenido siempre ese objetivo. Y me he ido a Rusia a jugar la Champions. Y luego a Suecia y he apostado por un proyecto, he jugado una final y la he perdido. Y al año siguiente con un equipo nuevo, con el Frankfurt, he vuelto a pelear con el objetivo claro de Berlín 14 de mayo y vas allí y ganas. Eso es muy difícil y muy poca gente lo ha conseguido. He sido la primera española en hacerlo. Todo eso está muy bien. Pero eso ahora ya es pasado. El deporte no espera, ni tiene memoria. La única memoria es la tuya. ¿De qué me sirve ahora una Champions? De motivación, de que he vivido esto, pero quiero otra. Quiero estar en la próxima final de la Champions. Quiero ganarla. Quiero ganar la Bundesliga y la Copa de Alemania. Eso genera más y es para lo que trabajas. Y esa sensación cuando trabajas y acaba un partido y levantas un título es impagable.
-El próximo reto lo busca en el Bayern de Munich.
-Busco otra Champions. Otro reto. Otros objetivos. Siempre he buscado ser y tener un entorno profesional. Creo que el sitio donde más profesional me he sentido ha sido en Portland por todo lo que generaba, por el estadio lleno, por cómo te tratan. Y aquí en Europa he conseguido lo máximo que podía conseguir con Frankfurt. Y me siguiente objetivo y reto es sentirme parte de un proyecto con uno de los clubes más importantes del mundo como es el Bayern de Munich. Ya es un gran equipo, pero todavía tiene margen de mejora. Compartimos las mismas ambiciones, los mismos objetivos y es un reto el ir allí y ayudar a ese proyecto a ser o el mejor o uno de los mejores del mundo.
-Si fuese ministra de Deportes, ¿qué cambios haría?
-Si ocupase un cargo como ese, lo mío es el deporte, lo primero me encargaría de tener una base sólida. Trabajar en la base y dotarla de todo lo que necesita en todos los niveles e intentar cambiar un poco la cultura deportiva. La que tenemos es España es fútbol masculino. El 95% es eso. Y el 5% restante es para el resto de deportes, donde el femenino va por detrás. Creo que el cambio de cultura deportiva se ha de intentar y es posible dar cabida a muchos más deportes y que la gente conozca otras modalidades. El fútbol masculino ya genera de por sí. Otros deportes ya tienen su espacio. Hay que intentar abrir puertas a otros deportes.
-¿Y específicamente en el deporte femenino?
-En el deporte femenino, creo que una gran parte de lo que se está consiguiendo es por no tener esos recursos. Porque cuando no tienes algo, esa rabia, esa frustración de no tener las mismas opciones o lo mismo, te da un plus más. Ahora trabajo el doble y lo consigo. Creo que eso es el deporte femenino en España y lo ha demostrado en los últimos años. Eso no se ha de perder, pero claro que la situación debe ser mejor. No acomodarse, pero no vivir en la situación actual. No nos olvidemos del pasado, de lo que nos ha costado subir cada escalón y seguir empujando, porque los éxitos te dan visibilidad, que la gente te respete como deportista, que se interese por conocer lo que haces y por seguirlo.
-Hablaba de generar un marco de igualdad. En todo caso, deportistas independientemente del sexo.
-Y para eso la clave es la educación. Ahí es donde hay que incidir. En educar en valores, en igualdad. Y cuando nuestros niños crezcan con esa mentalidad será todo más normal. Cuando dejemos de hablar de igualdad será porque realmente la tengamos. Hasta ese momento somos conscientes de que es un proceso largo, pero es posible y se puede hacer mejor.
-¿España está preparada para esa igualdad?
-España ha sido un país machista y sigue habiendo mucho de esto. Hablamos de un cambio cultural grande. Si nos comparamos con unos países se llevan treinta años de retraso y si lo hacemos con otros ese adelanto es nuestro. Hay muchos países que nos llevan avance en todos los sentidos y a nivel social también. Por eso en la educación está la clave. El tratarlo en casa y en el cole con los niños, que serán los adultos del futuro, es fundamental. Ya se lleva mucho tiempo trabajando en ese cambio, pero es un proceso largo. Hay qye seguir.
-¿Qué se está haciendo bien y qué se hace mal todavía?
-Creo que se hace bien el hecho en sí de que el mundo cambia y España cambia con él. Es evidente que se ha avanzado mucho en los últimos años en el tema de igualdad. Hace años la mujer no trabajaba. Ahora es algo normal. Hay muchas cuestiones normalizadas. En el deporte, el femenino tiene mucho éxito, cada vez tiene más apoyos, cada vez está mejor visto que una mujer haga deporte. Al final entras en una normalidad que es necesaria. Lo que se hace mal es que se va muy despacio. Que realmente las instituciones y la gente que tiene poder para cambiar cosas no lo está haciendo de la forma correcta o no lo hace suficientemente bien o con el interés que deberían. Va a llegar un momento en el que la gente realmente más capacitada debería ocupar esos cargos. Pero ahí nos metemos en un problema de país en general.
-¿Qué debe significar el Mundial para el fútbol femenino español?
-La esperanza que tenemos es de hacer un camino largo en Canadá, de hacer un buen papel, de atraer y que la gente se aficione al fútbol femenino. Va a ser retransmitido en televisión. Todos los medios van a hablar de este Mundial porque es el gran evento deportivo de este verano, luego entiendo que tendremos más espacio. Y tenemos que aprovecharlo, ofreciendo un buen espectáculo. Que la gente vea fútbol femenino y le guste lo que ve. Lógicamente si vamos ganando, si vamos llegando lejos, engancharemos a más gente. Habrá más niñas que quieran ser futbolistas y más aficionados en los campos. Se generará un interés que hasta ahora no se tenía.
-Ha conseguido éxitos como la Champions. Va a un Mundial. Piensa en ese billete a Río. ¿Qué objetivos tiene todavía en su carrera?
-Por suerte o por desgracia me quedan muchos retos que cumplir. Está claro que ganas la Champions, es my importante, pero quieres repetir. Quiero ganar una Bundesliga y una Copa de Alemania. Quiero jugar la próxima Eurocopa y llegar más lejos que los últimos cuartos. Quiero jugar un Mundial con ese otro reto de ir más que a pasar la fase de grupos. Es ir poniendo cimas. Encuentras un límite, lo pasas. Luego, sigues. Tengo muchas ambiciones. Mi objetivo siempre es ser mejor, ayudar a mi equipo a conseguir los objetivos colectivos y ganar todo lo que pueda.
-El fútbol femenino aparecerá en el FIFA 2016. ¿Qué jugadora se cogerá?
-Me cogeré a las compañeras. Pero si me dan buena puntuación igual tengo que cogerme a mí. Ese tema si lo piensas es otra suma. Es algo más. Hace dos años se inició en change.org una petición de recogida de firmas para que el FIFA incluyese fútbol femenino y dos años después se ha conseguido. Mucha gente la apoyado y ahora más aún. Y eso también ayuda mucho para la igualdad.
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