Luis Enrique deja en el aire su futuro

La felicidad del Barcelona en Berlín debería haber sido completa. Sellado el triplete, inscrito su nombre en la historia, el conjunto azulgrana puso la guinda a una temporada de ensueño entrando en la leyenda por la puerta grande. Una euforia de la que no quiso contagiarse Luis Enrique, cuyo futuro pende de un hilo. «No lo tengo claro», decía a las televisiones sobre el césped del imperial estadio Olímpico berlinés minutos después de haber logrado su primera Liga de Campeones.

El preparador asturiano tiene firmado un año más de contrato, pero en ningún momento de la temporada ha querido confirmar que lo cumplirá. Más bien, todo lo contrario, se ha mostrado demasiado misterioso, generando muchas dudas en el club. «Ahora no toca», contestaba en la zona noble del estadio Josep Maria Bartomeu, que no había tenido problemas en asegurar la continuidad de Luis Enrique pocos días antes.

No es fácil interpretar al asturiano, muy comedido siempre en sus declaraciones y opaco como pocos cuando no quiere hablar de algo. A pesar de los tres títulos que ha cosechado en los últimos días, de conseguir un éxito casi sin precedentes, Luis Enrique no ha olvidado todo lo que ha sufrido durante la temporada y sigue dándole vueltas. Porque la imagen de los futbolistas manteándole en el Olímpico era impensable hace cinco meses, cuando estuvo a punto de perder el control del vestuario y se sintió marginado por el club con la destitución de Zubizarreta.

La figura del ex director deportivo del Barcelona estuvo muy presente en Berlín. Fue uno de los primeros a los que Luis Enrique dedicó el triunfo ante la Juventus, artífice del fichaje de Rakitic y Luis Suárez, goleadores en Berlín. Con unas elecciones en el horizonte, la situación del técnico podría enquistarse y a buen seguro que la directiva de Bartomeu le presionará en los próximos días para que haga pública su decisión.